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El hospital del Niño Jesús realizó por primera vez en Tucumán la Cirugía de Norwood

Se trata de una intervención quirúrgica para corregir el síndrome del corazón izquierdo hipoplásico, un defecto cardíaco congénito grave donde la parte izquierda del órgano no está desarrollada en su totalidad.

La Cirugía de Norwood se realizó por primera vez en la provincia a una paciente recién nacida, proveniente de Jujuy. La pequeña paciente fue derivada al Tucumán debido a una cardiopatía congénita por la que debía recibir una cirugía de baja complejidad para la reparación de la aorta. En la intervención participó un equipo interdisciplinario formado por los servicios de Cardiología, Cardiocirugía y la Unidad de Cuidados Críticos Cardiovasculares del efector.

En el procedimiento de Norwood se construye el vaso mayor al cuerpo (la aorta), utilizando la base del tronco pulmonar y la aorta estrecha. Además, se inserta un pequeño tubo de Gore-Tex (conocido con fístula de Blalock-Taussig modificada), entre una rama de la arteria pulmonar y una rama de la aorta, para asegurar el flujo a los pulmones cuando la PCA se cierre.

Sobre esto, la jefa del servicio de Cardiología, doctora Patricia Baselga, explicó: “Al ingresar la bebé al hospital, nos encontramos con un diagnóstico diferente al que se le hizo en Jujuy ya que se trataba de algo mucho más complejo. No sólo un ventrículo único con coartación de aorta, sino una patología que entraba en lo que llamamos hipoplasia de cavidades izquierdas. Se trataba de una paciente en estado crítico que iba a necesitar una intervención muy distinta a la que se había planeado inicialmente, otra estrategia quirúrgica de alta complejidad”.

Por su parte el jefe del servicio de Cirugía Cardiovascular, doctor Rubén Toledo, comentó que el hospital del Niño Jesús está dentro del Programa Nacional de Cardiopatías Congénitas y desde el 2015 el establecimiento fue recategorizado por este programa como un centro de mediana complejidad quirúrgica. Con este contexto, los médicos realizaron la notificación pertinente al programa para que la niña sea operada en un efector de alta complejidad y reciba el tratamiento correspondiente. “Nos topamos con la dificultad de que los hospitales que estaban capacitados para brindar respuestas ante este tipo de cirugías, estaban sin disposición de camas para poder recibirla. Además, otra circunstancia que destacamos es que corríamos con el tiempo en contra porque a medida que pasan los días aumenta la mortalidad y la morbilidad”, relató Toledo.

Al no recibir noticias sobre el traslado a un efector de mayor complejidad, el centro coordinador le propuso al hospital la posibilidad de encarar el caso. “Ante esta propuesta realizamos un ateneo clínico quirúrgico entre todos y concluimos en que estábamos en condiciones de tratar el caso. Una vez definida la estrategia quirúrgica, le comunicamos a la dirección nuestra decisión de avanzar con la cirugía, que requirió de una logística importante”, contó el especialista.

Por su parte, el cirujano cardiovascular Pablo Pérez Caram dijo: “Fue una cirugía muy compleja donde tuvimos que hacer una reconstrucción de toda la aorta ascendente y conectarla con la arteria pulmonar, porque la paciente no tenía válvula aórtica. También se realizó la reconstrucción plástica del arco aórtico hasta la aorta descendente”.

Y añadió que la paciente tuvo muy buena respuesta, pero al ser tan pequeña el corazón quedó edematizado motivo por el cual salió con el tórax abierto, con asistencia respiratoria mecánica (ARM) y en un estado hemodinámico bastante estable. Además al presentar hipertensión pulmonar se utilizó  óxido nítrico, “un plus que tenemos en este hospital y en Tucumán”, destacó el profesional.

Una vez superada la intervención, comenzó la etapa de recuperación de la paciente en la Unidad de Cuidados Críticos Cardiovasculares. El jefe del servicio, doctor Guillermo Fagalde, manifestó que fue trabajo bastante duro, difícil y largo. “La paciente comenzó a mejorar, de a poco el riñón recuperó su función, fue gradual la quita del respirador, se realizó el cierre del tórax, y allí empezamos a despertar a la bebé. Nos alegramos porque comenzó a responder muy bien, se pudo mantener despierta con buenos parámetros vitales, posibilitando el destete de la asistencia respiratoria mecánica y posteriormente el alta”.

El subdirector médico del efector, doctor Cristian Villalonga, calificó a la cirugía como un acontecimiento muy importante tanto para el hospital como para el Sistema de Salud.