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En Tucumán crece cada vez más la donación de sangre por cordón umbilical

En 2018 el servicio de Hemoterapia del hospital Eva Perón realizó 29 intervenciones de este tipo. A través de estas donaciones, se puede dar esperanza de vida a pacientes que están esperando un trasplante o que padecen enfermedades como leucemia o linfomas.

Luego del nacimiento de un bebé, tanto en el cordón umbilical como en la placenta, queda sangre que habitualmente es descartada y que contiene Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH),  encargadas de la renovación constante de glóbulos rojos, blancos y plaquetas.

Las CPH que se encuentran en el cordón umbilical poseen la capacidad de repoblar la médula ósea en el procedimiento de trasplante y dar origen a células maduras de la sangre. La médula ósea es la responsable de generar las células sanguíneas una vez que la persona nace, pero hay algunas enfermedades como la leucemia, linfomas, alteraciones metabólicas, inmunológicas, entre otras, que pueden afectar su funcionamiento. La donación de sangre de cordón umbilical aumenta las posibilidades de encontrar una compatibilidad genética con estos pacientes, logrando así una alternativa más para el tratamiento.

“La donación de sangre de cordón se realiza en el momento del nacimiento de un paciente. Luego, la sangre es enviada al hospital Garrahan (institución con la que trabajamos), único Banco Público de referencia nacional para el resguardo de sangre de cordón”, comenta la doctora Natalia Medici del servicio de Hemoterapia del hospital Eva Perón.

Y agrega: “Una vez nacido el bebé, se espera el momento del alumbramiento cuando se colecta la sangre remanente en la placenta. Es decir, el bebé es llevado por el personal de Neonatología para la revisión, y en el momento que el obstetra está esperando la placenta es cuando intervenimos punzando el cordón umbilical para recolectar la mayor cantidad que queda ahí; que de ser de otra manera se descartaría. Obtenemos alrededor de 100 cc de sangre, que puede salvarle la vida a una persona que tenga una enfermedad oncológica”.

Por su parte, Ana Clara Torres (28), paciente del efector y donante de sangre de cordón umbilical, cuenta: “En mi caso, estaba siguiendo el curso del embarazo en el sistema privado porque tengo obra social. Pero, a través de mi hermana que es estudiante de medicina y estaba haciendo el rotatorio de Pediatría en el hospital, me enteré de la posibilidad de ser donante. Me parecía un gesto importante que no es nocivo ni para el bebé ni para la mamá. Puede ser por parto normal o por cesárea. Sacan sangre de la placenta y del cordón umbilical que son cosas que se desechan en el momento del parto y se gana mucho. Aquí me recibieron muy bien, es una atención muy humana; se toman el tiempo de responder cada consulta, las enfermeras y doctoras. Se trata de poder hacer algo por otros”.

Cabe destacar que esta intervención no presenta riesgos para la mamá o el recién nacido, es un procedimiento sencillo y no invasivo que no altera en nada el nacimiento. Además, todos los datos serán tratados de forma confidencial y serán incluidos en forma codificada en las bases de datos de nuestro banco. Esta información será intercambiada con centros especializados de otros países mediante códigos y sin revelar la identidad.

La unidad de sangre de cordón estará disponible para cualquier paciente del país o del exterior, que a requiera como tratamiento.

¿Cuáles son los requisitos para poder donar?

Como en el caso de cualquier donación de sangre u órganos, una futura madre deberá cumplir con ciertos requisitos para poder donar:

–           Tener 18 años o más.

–           Tener una edad gestacional mínima de 34 semanas en el momento de la colecta.

–           Estar cursando un embarazo simple (un solo bebé).

–           No tener historia médica de enfermedades neoplásicas (cáncer) y/o hematológicas (anemias hereditarias, por ejemplo), entre otras.

–           No poseer antecedentes o riesgo de padecer enfermedades infectocontagiosas (VIH, Hepatitis B, Hepatitis C, Chagas, Sífilis, etc.).

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