Inicio » Hospitales » Hospital Avellaneda » La voluntad, el estímulo más grande para una recuperación

La voluntad, el estímulo más grande para una recuperación

Las personas que pasan por el Servicio de Rehabilitación del Hospital Avellaneda son un ejemplo de superación. El área brinda todas las herramientas necesarias para que los usuarios mejoren: equipamiento, profesionales capacitados y un equipo interdisciplinario. Pero lo más importante lo ponen los pacientes: la voluntad.

A Juan Francisco Álvarez, de 28 años, una herida de bala lo dejo cuadripléjico. Después de 8 de meses internado, pudo volver a su casa. En un principio el pronóstico era muy desfavorable; vaticinaban que solo iba a poder mover la cabeza. Pero con el tiempo y mucha fuerza de voluntad, empezó a mover el brazo derecho y luego el izquierdo, aunque no lograba mantenerse estable.

“Me sentía como un bebé que necesitaba ayuda para todo, lo cual era muy frustrante para mí. Pero gracias al equipo de salud del hospital, que siempre me motivó para no bajar los brazos, empecé la rehabilitación y los distintos trabajos con los profesionales. Ahora puedo pararme, tengo equilibrio y puedo usar el andador para trasladarme”, empezó contando Juan.

Además, expresó una y otra vez su agradecimiento para con la doctora Rossana Chahla, quien lo ayuda constantemente y sigue su recuperación de cerca. Muestra orgulloso el andador que recibió de parte de la titular de la cartera sanitaria local, el cual le permite seguir progresando en su recuperación. “Siempre hay que tener fe, no bajar los brazos y confiar en los profesionales, quienes además de ser excelentes, son buenas personas y comprometidas”, agregó.

Ricardo Borrelli, de 65 años, tuvo un accidente automovilístico en 2011 que lo dejó casi sin movilidad en su cuerpo. La primera vez que hizo rehabilitación fue en una institución privada, que según sus palabras no fue buena.

Por un familiar se enteró del Servicio de Rehabilitación del Hospital Avellaneda. Lo conoció y no se fue nunca más. Casi seis años más tarde, solo tiene palabras de agradecimiento para todo el equipo y calificó como ‘algo invalorable para los pacientes’ el trabajo del área. “Lo que hacen todos en este servicio no tiene un valor económico, pero tiene un valor humano inmenso. Son profesionales y seres humanos excelentes, que te dan fuerzas para seguir, superarte y dejar atrás lo malo y poder rehabilitarte y volver a una vida normal. Este servicio no está en ningún otro centro médico privado; es lo mejor que hay en esta provincia y en el interior del país. Es único”, consideró.

Borrelli además deseó “que todo el mundo se entere que acá hay un lugar donde nos dan esperanza, nos renuevan y nos reparan en todo sentido”.

Domingo Rodolfo Sarmiento tiene 46 años y es oriundo de Piedra Grande. Tuvo un accidente cerebro vascular y llegó al hospital con un cuadro muy delicado, pero después de 21 días comenzó a hablar. “Todas las tardes lo llevamos a rehabilitación en el gimnasio del efector para poder recuperar de a poco la movilidad. Le agradecemos mucho al Ministerio de Salud y al equipo de profesionales del hospital, ya que gracias a ellos él está vivo y de a poco volviendo a ser el que siempre fue”, comentó su esposa, Josefina Sarmiento.

El director del Hospital Avellaneda, doctor Luis Medina Ruiz, explicó que el servicio está dentro de una red de nivel 3 de rehabilitación y que dentro del país existen tres centros de máxima calidad en rehabilitación a pacientes: uno en Mar del Plata, otro en Buenos Aires y el tercero y único del interior del país, en el efector que él dirige.

“En este centro recibimos muchos pacientes que sufrieron accidentes cerebrovasculares, accidentes cardiovasculares o accidentes de cualquier tipo y quedan con una discapacidad, pero con mucha fuerza de voluntad y junto al equipo de salud que tiene todas las herramientas necesarias, el éxito del trabajo se ve plasmado en el día a día de los pacientes”, afirmó Medina Ruiz.

Además, destacó que este es un equipo interdisciplinario formado por administrativos, kinesiólogos, médicos, fisiatras, fonoaudiólogos, terapistas ocupacionales. “Hay una calidad humana excelente, lo cual es fundamental para lograr los objetivos en cada caso en particular, recordando el pedido que nos hizo la ministra desde el primer día de su gestión, que lo principal es que el paciente se sienta contenido”, agregó.

Galería de fotos