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Qué no hacer ante quemaduras en niños

El 90 por ciento de las quemaduras en los pequeños se produce en los hogares, es decir que son situaciones prevenibles. Por eso lo que recomiendan los profesionales médicos es extremar los cuidados en los niños, principalmente de dos a cinco años los más susceptibles a protagonizar este tipo de accidente doméstico.

En el marco del Día Latinoamericano de Prevención de las Quemaduras, que se conmemoró el 26 de octubre pasado, el miércoles próximo, 30 de octubre, se desarrollará de 9 a 12 horas en el Salón de Usos Múltiples del hospital del Niño Jesús una jornada de prevención de quemaduras en los más pequeños. El doctor Juan Carlos Arias, cirujano plástico del servicio de quemados de ese efector, remarcó la necesidad primordial de conocer que el 90 por ciento de estas lesiones se producen en accidentes domésticos, los que pueden ser absolutamente prevenibles.

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Hay tres tipos de quemaduras: superficiales, intermedias y profundas. Pueden ser lesiones consecuentes del contacto con un líquido caliente, como el agua de un termo o hasta la misma comida; el fuego; la electricidad: y químicos que pueden causar este tipo de heridas en la piel.

“Uno en la casa siempre tiene elementos como dentífrico, huevo, manteca, lo que recomendamos es no colocar nada sobre la quemadura,  simplemente lavar y cubrirla con una sábana limpia para trasladar al niño al centro de salud más cercano”, remarcó el doctor Arias.

El hospital del Niño Jesús cuenta con una sala de Quemados con 10 camas. La mayoría de las consultas llegan por demanda espontánea o derivados desde otros centros, incluso de otras provincias vecinas. En el momento en que el paciente llega a la guardia se evalúa si es curado y enviado a la casa, si es internado en terapia intensiva, intermedia o, en casos severos, trasladado a quirófano.

Silvina (45) recuerda vívidamente el mediodía del 20 de junio de 2008 cuando encontró a su hijo, por entonces de apenas dos años, envuelto en llamas. “Tenía carbón prendido en un brasero y él arrojó alcohol de una botella, cuando me di cuenta estaba todo cubierto en llamas, inmediatamente le saqué la ropa y lo traje al hospital”, relató.

El nene llegó a la guardia y pasó inmediatamente a cuidados intensivos. Tenía el 55 por ciento de su cuerpo comprometido. “Me dijeron que solo le quedaban un par de horas de vida, por eso lo trasladaron rápidamente al Garrahan en Buenos Aires, ahí lo estabilizaron y tras dos meses y una semana le dieron el alta. Él está vivo gracias a la atención que recibió acá”, recordó la mujer sin poder contener las lágrimas y agradeciendo al personal del hospital del Niño Jesús que atendió a su hijo en aquel momento. Ahora el niño, ya con la edad necesaria, podrá empezar con una serie de cirugías reconstructivas en el efector para poder continuar su vida de la mejor manera posible.

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