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Reducción de los índices de mortalidad materno-infantil

El Ministerio de Salud Publica desarrolló diferentes estrategias para mejorar los indicadores de mortalidad materna y de mortalidad infantil, dos variables que la Organización de las Naciones Unidas estableció entre los objetivos de desarrollo del presente milenio.

La captación temprana de la embarazada, antes de las 12 semanas de gestación, el seguimiento de control pre natal, la optimización de la efectividad en el cuidado neonatal, la aplicación de buenas prácticas en la atención de los servicios de neonatología, el seguimiento del niño sano hasta el primer año, la vacunación de la madre y del niño, la captación y seguimiento de cardiopatías congénitas, el cuidado sexual y reproductivo de  mujeres y adolescentes, fueron algunas de las claves del éxito de la disminución de estos dos indicadores de salud.
En Argentina, el Plan Estratégico para la Reducción de la Mortalidad Materna e Infantil preparado por la Subsecretaría de Salud Comunitaria de la Nación, teniendo en cuenta este diagnóstico de UNICEF, trabaja en el primer nivel de atención, promoviendo la captación temprana de las embarazadas, optimizando los recursos humanos de los servicios de salud a través de capacitación, e incorporando nuevos actores socio-sanitarios.
En este sentido UNICEF, que apoya el Plan, reconoce que el rol de la sociedad es crítico para evitar las muertes y prevé sensibilizar y movilizar a la comunidad en la lucha contra la mortalidad materna a través de campañas.
El Plan también establece acciones para el 2do y 3er nivel de atención, a partir de las cuales, se plantea el cumplimiento y monitoreo de las condiciones obstétricas y neonatales esenciales (CONE) y de prácticas esenciales con los recién nacidos, se realiza una regionalización de la atención, se definen 4 herramientas para establecer maternidades seguras.  Estas herramientas incluyen el establecimiento de consultorios de alta conjunta, consultorios de alto riesgo, centros de lactancia materna y consejerías en salud sexual y procreación responsable.
Para reducir la mortalidad materna se ha establecido un Acuerdo Federal de Salud a partir del cual todos los ministros de salud provinciales en el Consejo Federal de Salud establecieron su compromiso con el Plan. El Acuerdo fue construido durante todo el año 2008 a partir del debate, la participación y el aporte de cada uno de los técnicos del territorio nacional. Se definió que las acciones para la disminución de la mortalidad materna y la mortalidad infantil deben ser encaradas como políticas de Estado.
En 2001, cuando Tucumán se convirtió en noticia por la muerte de chicos desnutridos, y el número de niños con esta patología que acudían a los Centros de Atención Primaria de la Salud sin tener respuesta. A diez años de esa época dramática de la vida de los tucumanos, el Ministerio de Salud de Pública afirma que la mortalidad infantil ha ido bajando con el tiempo, gracias a las políticas sanitarias que la Provincia ha implementado para dar respuesta a esta problemática. “Hoy todos los chicos menores de 6 años, están registrado en un sistema informático único, que permite el seguimiento por su peso y talla”, explicó Yedlin.
Actualmente hay niños desnutridos en la Provincia, los cuales sabemos quiénes son y donde están y exactamente cuántos son, a diferencia de la situación del 2001 donde el sistema de salud no tenía una base de datos de todos los niños de Tucumán y la mayoría de estos niños ingresaban al sistema de salud por situaciones graves de enfermedad. El Hospital de Niños recibía casi a diario niños en grave estado que necesitaban internación muchas veces en terapias.
“Es importante aclarar la falta de crecimiento en un niño que orgánicamente tiene todas las posibilidades de crecer y no crece por falta de alimento, triste situación de aquellos años, de la de aquellos niños en donde hay una patología de base que impide su crecimiento normal”, asi lo afirmó la responsable del Programa Integrado de Salud, doctora Sandra Tirado.
Durante estos días se manifestó que la desnutrición aumentó, esto es totalmente falso, en los últimos años la cantidad de niños desnutridos disminuyó. Esto está también demostrado en la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, realizada en el año 2007 por el Ministerio de Salud de Nación.
El Sistema de Salud posee una base de datos única, en la cual todos los chicos controlados en los 300 CAPS de nuestra provincia son registrados y cada peso y talla de cada uno de los mismos figuran en dicha base, lo cual nos permite saber de cada niño su evolución en crecimiento, como la evolución del peso y la talla de todos los niños como puede verse en el siguiente gráfico.
Imagen: GRAF_1.jpg
Teniendo en cuenta la necesidad de dimensionar el problema de la malnutrición particularmente en los niños para la planificación de políticas efectivas de salud, es prudente hacer algunas consideraciones conceptuales y metodológicas sobre los alcances y limitaciones de los indicadores antropométricos. Si bien los métodos antropométricos son válidos, confiables, simples y de bajo costo, y por eso constituyen la mejor herramienta de tamizaje, el diagnóstico de un caso de desnutrición requiere la confirmación clínica. La misma observación resulta válida para diagnosticar obesidad (hay que recordar que tanto el peso/talla como el IMC no miden directamente la masa de grasa corporal). No obstante, cuando se evalúa una población en lugar de un individuo, los métodos antropométricos constituyen la herramienta utilizada universalmente para ese fin.
La primera distinción a realizar es el objetivo de la evaluación. Estos objetivos
pueden ser:
Seguimiento individual del crecimiento de un niño.
Detección de casos para su tratamiento.
Evaluación de la situación nutricional de una población.
En todos los casos anteriores se utilizarán las mismas medidas –peso y talla– que, combinadas con la edad y el sexo y comparadas con las Curvas de Referencia, permiten el cálculo de los índices básicos en niños: peso/edad, talla/edad y peso/talla o IMC/edad.
El propósito de la evaluación determinará las unidades de medida, los límites, los indicadores apropiados, el análisis y las conclusiones.
Como ya se mencionó, cada índice da cuenta de una dimensión corporal distinta y permite caracterizar un tipo de déficit o de exceso. Desde el punto de vista estrictamente nutricional, en la práctica se podría sintetizar:
La talla/edad baja se asocia con desnutrición crónica o secuelar.
El peso/talla bajo (o el IMC/edad bajo) es indicador de emaciación o desnutrición aguda.
El peso/talla alto (o el IMC/edad alto) es indicador de sobrepeso.
El peso/edad aislado no permite distinguir tipos de malnutrición.
El peso/edad bajo en los menores de 1 año puede detectar desnutrición global que, por el tiempo de desarrollo, es generalmente aguda.
( Evaluación del estado nutricional de niñas, niños y embarazadas mediante antropometría Elvira Calvo… [et.al.]. – 1a ed. – Buenos Aires : Ministerio de Salud de la Nación, 2009. )
De  las tablas de la OMS se utilizarán las siguientes gráficas en la Provincia:
Imagen: GRAF_2.jpg
Se clasificará a los niños evaluados según el percentilo en que se encuentren de la siguiente manera:
Par la tabla de IMC/ edad según sexo:
Imagen: GRAF_3.jpg
No se hace diferencia en los grados de desnutrición porque el abordaje del niño con esta patología cuando se trata en forma ambulatoria (sin internación), no difiere según el porcentaje de desnutrición que se presenta. Lo importante es poder diferenciar si la desnutrición es aguda o crónica, ya que la primera tratada precozmente es recuperable totalmente  (sin secuelas), es por eso que se pone énfasis en detectar los niños en riesgo nutricional o con desnutrición aguda, para darles un tratamiento precoz , teniendo en cuenta todos los factores(biológicos, sociales, económicos, ambientales, etc.) que influyen en el crecimiento y desarrollo adecuado del niño .
A los niños con desnutrición crónica también es importante controlarlos y lograr que su peso sea el adecuado para la talla que alcanzaron por las injurias sufridas en su crecimiento. Y evitar que se conviertan en niños obesos; debido al erróneo concepto que se tiene de que estos niños deben tener el peso adecuado para su edad.
El Programa “Abordaje integral de nutrición” (ex Programa Focalizado de Rehabilitación Nutricional) comenzó  en el año 2004 con un abordaje focalizado e integral a la problemática de la desnutrición, por medio de acciones intersectoriales en apoyo a las familias con niños y embarazadas en riesgo nutricional o con desnutrición aguda, fortalecimiento y autonomía de las mismas.  Enmarcado  en las metas sanitarias del plan cuatrienal de salud 2004- 2007 de la provincia de Tucumán.
Actualmente cuenta con 8463 beneficiarios, de los cuales : 3591 presentan desnutrición aguda, 2707 se encuentran en riesgo nutricional , 1567  están recuperados y 598 son embarazadas.
El porcentaje de niños desnutridos controlados en los CAPS disminuyó del 5% a menos del 3%, siendo la mayoría de estos casos secundarios a patologías que impiden el normal crecimiento de los niños.
La baja talla disminuyó del 17% a casi el 10% de los niños controlados en los dispensarios. Este dato es muy importante ya que la talla demuestra el estado nutricional y cuando ésta es baja demuestra una “cicatriz” de falta de alimentación, sobre todo durante los primeros años de vida.
Todos nuestros niños son controlados, reciben leche, vacunas, Asignación Universal por Hijo, y una ayuda extra en aquellos que ingresan al Programa Focalizado, es decir, el monto entregado por dicho programa no es en absoluto el único aporte que reciben estas familias. Cabe aclarar que la mayoría de estos niños una vez recuperados ingresas al Plan Familias Críticas del Ministerio de Desarrollo Social.
También es falso que en Tucumán se cambió el sistema de medición y no se habla más de desnutrición para consignarse solo bajo peso o riesgo nutricional. En este sentido es importante aclarar que el diagnóstico de desnutrición es un diagnóstico clínico en donde el peso y la talla forman parte de un conjunto de signos y síntomas que hacen al diagnóstico de desnutrición.
El 23 / 10 / 2007 en Resolución 1376 el Ministerio de Salud de Nación adopta los patrones de crecimiento infantil de la Organización Mundial de la Salud como instrumento de valoración antropométrica ya que los mismos son el resultado de estudios intensivos que se iniciaron en el año 1997 con el fin de adecuar la evaluación del crecimiento físico, el estado nutricional y el desarrollo motor de los niños.
Estas recomendaciones fueron avaladas por la Sociedad Argentina de Pediatría, representantes del Hospital Garrahan,  Hospital Ricardo Gutiérrez, UNICEF y de diferentes provincias. (Anexo 1)
El embarazo, el parto, el puerperio y los días posteriores al nacimiento constituyen momentos fundamentales en la vida de las personas e instancias claves para las intervenciones médicas. Sin embargo, tanto el Plan Nacional como el Estado Mundial de la Infancia elaborado por UNICEF, remarcan la importancia  de servicios esenciales por medio de sistemas de salud que integren una atención continua en el hogar y la comunidad, y mediante intervenciones ambulatorias y en establecimientos sanitarios, como estrategia integral para reducir la mortalidad materna.