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Se conmemora el Día Mundial del Glaucoma, la segunda causa de ceguera

El glaucoma es una enfermedad de los ojos que genera daños irreversibles en la vista. Es peligroso porque no suele presentar síntomas en sus comienzos, por eso es que especialistas señalan la importancia de un control permanente de la presión ocular para el diagnóstico oportuno.

Por esta razón, se lo suele llamar ‘el ladrón sigiloso de la visión’. Pero con un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado, la gran mayoría de los pacientes con glaucoma conserva su visión.

El doctor Próspero Ángel Palazzo, jefe del servicio de Oftalmología del hospital Avellaneda, puso énfasis en la necesidad de prevenir la aparición del glaucoma, sobre todo en personas de 40 a 45 años, recomendando consultas oftalmológicas para controlar la presión ocular. “El 80% de los pacientes que recibimos es para anteojos, ahí se toma la presión ocular, un estudio sencillo que toma menos de un minuto”, contó.

Si en ese estudio se detecta una presión ocular superior a lo normal, se indican más exámenes. Cuando se conoce el diagnóstico, el 90% de las personas reciben un tratamiento muy accesible, se trata de unas gotas que pueden administrarse hasta una vez por día. Los casos que no son controlables clínicamente recurren a una intervención quirúrgica.

“Los pacientes que llegan ya con glaucoma de mucho tiempo presentan severos daños en el nervio  óptico y no es recuperable, en comparación con otras patologías como la cataratas que se opera y recupera la visión”,  señaló Palazzo, por eso reiteró  la necesidad de controlar la presión ocular de manera permanente, sobre todo desde los 40 a 45 años de edad, porque el glaucoma no tiene síntomas y el daño visual que provoca no se recupera.

El glaucoma puede afectar a cualquiera, pero las personas que presentan alguno de estos factores tienen más riesgos de padecerlo:

  • Personas mayores de 40 años.
  • Personas con familiares directos que padecen glaucoma.
  • Personas que han sufrido traumatismos en los ojos.
  • Personas que usan o usaron corticoides (en cualquier formato).
  • Personas que nunca asistieron al oftalmólogo.
  • Personas a las que nunca se les tomó la presión intraocular.

La mejor estrategia para combatir el glaucoma es mantenerse informado y asistir al oftalmólogo al menos una vez al año.

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