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Síndrome Urémico Hemolítico: cómo prevenirlo y qué hacer en cada caso

Esta es una enfermedad transmitida por los alimentos, causada por una cepa de la bacteria Escherichia coli que suele estar presente en la materia fecal de animales y personas, y que afecta el sistema renal y urinario de los humanos.

Esta patología se presenta generalmente en primavera y verano, dado que el inicio de la época de calor es la más propicia para contraer la enfermedad por la mayor proliferación de esta bacteria en el ambiente, es más frecuente en niños y adultos mayores, y compromete principalmente a los riñones, la sangre y el intestino; pero también al sistema nervioso, corazón y páncreas.

“El síndrome urémico hemolítico es un cuadro que se caracteriza fundamentalmente por anemia hemolítica (o sea anemia producida por la destrucción de los glóbulos rojos), insuficiencia renal y trastornos en la coagulación con afectación frecuentemente del sistema nervioso central. Afecta sobre todo a niños menores de 5 años. Comienza con diarrea y vómitos, generalmente con fiebre. La diarrea suele ser sanguinolenta y es provocada por una toxina de una bacteria que se llama Escherichia coli”, explicó el director del hospital Avellaneda, doctor Luis Medina Ruiz.

Además, el profesional indicó que el ingreso de la bacteria es por boca, por alimentos o agua contaminadas, y lo más frecuente es luego de ingerir carne vacuna, hamburguesas mal cocidas o cualquier alimento, por ejemplo verduras cortadas por cuchillos que estuvieron en contacto con la carne contaminada. “La sintomatología es gastrointestinal, con diarreas en general sanguinolentas, vómitos y fiebre que puede o no llevar inicialmente a la deshidratación; y posteriormente la toxina de la bacteria produce alteraciones en la coagulación, alterando la función renal”.

Por último, Medina Ruiz indicó que la recomendación es prevenir este tipo de enfermedades, con buen lavado de manos , no consumir alimentos, sobre todo hamburguesas o carnes mal cocinadas, evitar el consumo de alimentos que no tengan asegurada la cadena de frío, cuidar siempre la higiene de los utensilios que se utilizan en la cocina.

“Una vez instalada la enfermedad, por ejemplo con diarrea y vómitos, siempre debe haber una consulta en el centro de salud más cercano. Asegurar una buena hidratación, no cortar la lactancia materna, observar las características de la materia fecal y la cantidad de orina porque puede disminuir inicialmente”, sostuvo.

Estas consultas deben ser realizadas en los CAPS más cercanos o en los servicios de guardias de los hospitales.

¿Cómo la prevenimos?

  • Lavarse las manos antes y después de tocar animales, manipular alimentos e ir al baño.
  • Hervir el agua para consumo durante 5 minutos o agregar dos gotas de lavandina por litro de agua y dejar reposar 2 minutos.
  • Colocar la carne en un bol para guardarla en la heladera, poniéndola en los estantes inferiores de manera tal de evitar los derrames hacia los cajones de frutas y verduras.
  • Mantener la cadena de frío de los alimentos.
  • No almacenar las verduras crudas al lado de la carne, indistintamente de si se encuentra o no cocida.
  • Lavar las verduras con agua, dejando reposar la misma al menos 5 minutos.
  • No usar la misma tabla y cuchillo para cortar la carne cruda y las verduras que no se cocinarán, así evitará la “contaminación cruzada”.
  • Cocinar los alimentos a más de 70 grados de temperatura. Consumir siempre agua potable y lácteos pasteurizados.
  • Bañarse en piletas controladas donde se conoce que el agua no estuvo expuesta a desechos de animales.
  • Evitar que los nenes se lleven las manos a la boca luego de jugar con animales domésticos, fomentar que lave sus manos de manera reiterada antes y después de comer.
  • En los jardines de infantes, los docentes deben usar guantes cuando cambian los pañales evitando la contaminación cruzada entre los nenes.
  • Evitar el uso de antimicrobianos y antidiarreicos, considerados factores de riesgo en la evolución de diarrea a SUH.

Si su hijo presenta diarrea, dolores abdominales, vómitos y otros síntomas más severos como diarrea sanguinolenta y deficiencias renales, no lo automedique; acérquese al centro de salud más cercano o a guardias de pediatría para recibir el tratamiento médico indicado para cada caso.