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El servicio de Urología cuenta con una amplia carta prestacional en cirugía mayor ambulatoria

Desde la unidad del efector realizan intervenciones en patologías del polo genital masculino, enfermedades litiasica, entre muchas otras.

La cirugía mayor ambulatoria es un servicio en el cuál el paciente con el diagnóstico de una patología es operado en el día y luego se puede ir a su casa. En este tipo de intervenciones, el hospital Néstor Kirchner es referente a nivel nacional y latinoamericano.

Al respecto, el jefe del servicio de Urología del efector, doctor Facundo Guraib Muhala, comentó: “Tenemos una consulta variada. Realizamos operaciones de muchas patologías litiasic, ya que el norte argentino es una zona endémica de esta enfermedad tanto en Tucumán, Salta, Jujuy, Santiago del Estero; son lugares de muchas patologías de cálculos urinarios, del polo genitales masculinos y las vasectomías la cual incrementó la consulta”.

Menú prestacional del servicio

En ese contexto, el servicio de Urología resuelve las patologías del polo genital masculino (pene y testículo), Fimosis (la incapacidad de exponer el glande, la parte terminal del pene), la Frenulotomía (paciente que tiene el frenillo del pene corto); una Orquiectomía (sacar un testículo en caso de una patología benigna o tumor), Hidrocele (acumulación de líquido alrededor del testículo), lesiones de piel, biopsias de penes o genitales; la cirugía del Varicocele (hinchazón de las venas dentro del escroto) o patologías litiasica (cálculos que se encuentran en la vejiga o en el uréter, el cual es el conducto que trae la orina del riñón a la vejiga).

Cabe destacar que el proceso para realizar las intervenciones es por la derivación de cualquiera centro médico de la red Siprosa (CAPS, hospitales del Interior y de alta complejidad de San Miguel). “Cuando se diagnostica un paciente que tiene una de estas patologías que puede ser de forma ambulatoria, es derivado a nuestro efector y se le asigna un turno con el urólogo, el cual lo evalúa por consultorio, confirma que es una enfermedad que está dentro del menú prestacional y luego se solicita estudios preoperatorios, para después programar la cirugía. Posteriormente a todo este proceso, el paciente es derivado al centro médico del cuál vino”, agregó Guraib Muhala.

El efector cuenta con un promedios de 30 y 40 cirugías mensuales y aproximadamente se llevaron a cabo 1.600 y 2.000 operaciones desde que la inauguración del hospital.

Además, el paciente para poder ser intervenido debe reunir ciertas pautas llamados criterios de inclusión, los cuales son más estrictos al de un usuario internado. Por ejemplo, dicho efector recibe pacientes de más de 16 años y en algunos casos excepcionales usuarios pediátricos entre 13 y 15 años. También atiende personas menores de 65 años y hasta 70 con algunas excepciones.

“En cuanto a los antecedentes del paciente, también influyen. Hay usuarios que tienen muchas morbilidades previas que no pueden ser resueltas en un servicio de cirugía ambulatoria: usuarios con diabetes, hipertensión arterial, cardiópatas, entre otras. Esto se evalúa en los estudios previos preoperatorios que se llevan a cabo”, culminó el profesional.

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