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Gracias a un trasplante, Rossana y Ángela se convirtieron en ‘hermanas de riñón’

Como mensaje de esperanza y concientización acerca de la donación de órganos y tejidos, dos pacientes que recibieron riñones del mismo donante cuentan su historia.

Esta es la historia de dos mujeres que padecían problemas renales y realizaban su tratamiento de diálisis en la misma clínica. Si bien solamente se conocían y no eran amigas hasta el momento, gracias al acto altruista de los familiares de un ‘ángel donante’ (como ellas lo llaman), se convirtieron en protagonistas de una historia de superación.

Esta biografía, marcada por las esperanzadas y optimistas ganas de vivir, concluyó con el trasplante renal exitoso en el que Ángela recibió el riñón derecho y Rossana el izquierdo del mismo donante.

Cuando Ángela Aguirre recuerda ese día, cuenta: “Acababa de terminar mis estudios de rutina en el hospital Padilla, ya que venía haciéndome diálisis hacía cinco años y tenía previsto un viaje a Caleta Olivia, Santa Cruz para visitar a mi marido; cuando llegué al Sur, recibí el llamado que cambió el rumbo de mi vida: ‘Yo estaba en operativo’ (así le llaman cuando han encontrado un donante), inmediatamente tomé un vuelo a Tucumán y a las tres horas de haber regresado ya estaba en quirófano».

La otra parte, la historia de Rossana, es muy similar y ella recuerda: “Nos conocimos en la sala de trasplante, a mí me trasplantaron primero y después llegó ella. El 11 de noviembre del 2017, ya llevaba 10 años que estaba en diálisis y esperaba desde hace 9 años y medio con muchas esperanzas este riñón”.

Además, agregó: “Cuando recibí el llamado de la enfermera diciéndome que me podían trasplantar sentí algo lindo y también feo porque, si bien iba a tener ese trasplante que tanto esperé, sabía que detrás habría una familia con un inmenso dolor por la pérdida de su ser querido. Después de la cirugía le pedí a mi familia que hiciera una misa por esas personas y por ese ángel que fue quien me donó su riñón”.

Tanto Ángela como Rossana solo tienen palabras de agradecimiento y alegría por haber ‘vuelto a la vida’, por recibir este acto de amor que no tiene costo, que solo habla de solidaridad y preocupación por el prójimo. Gratitud también al Sistema Provincial de Salud que hace posible que los gestos altruistas de ciudadanos comunes, de los héroes sin capa, lleguen a salvar vidas.