10 de mayo: Día Mundial del Lupus
Se trata de una enfermedad autoinmune donde el propio sistema inmunitario ataca las células y tejidos sanos por error. En el mundo se registran aproximadamente unos 5 millones de casos de las distintas variedades de lupus, y el 90 por ciento de quienes sufren la patología son mujeres de entre 15 y 44 años de edad, según datos de la Fundación Americana de Lupus.
El lupus es una enfermedad autoinmune crónica que puede dañar cualquier parte del cuerpo (piel, articulaciones u órganos), esto significa que los signos y síntomas tienden a durar más de seis semanas y, a menudo, durante muchos años.
No es una patología contagiosa, ni siquiera a través del contacto sexual. Tampoco está relacionado con el cáncer o el VIH. Puede variar de leve a mortal y siempre debe ser tratado por un médico. Con una buena atención médica, la mayoría de las personas con lupus pueden llevar una vida plena.
Los signos y síntomas que presenta son: afección cutánea, compromiso articular con episodios de artritis, fiebre, decaimiento, pérdida de peso, caída del cabello, ulceras nasales y ulceras orales.
No existe una prueba única para diagnosticar el lupus, ya que a menudo se confunde con otras enfermedades. Pueden pasar meses o años hasta que un médico lo diagnostique. Su médico puede usar muchas herramientas para hacer un diagnóstico, como: historia clínica, examen completo, análisis de sangre, biopsia de piel, biopsia de riñón.
No existe una cura para el lupus, pero medicamentos y cambios en el estilo de vida pueden ayudar a controlarlo.
Los objetivos del plan de tratamiento son: evitar los brotes, tratar los síntomas cuando se produzcan, reducir el daño a los órganos y otros problemas. Mientras que los tratamientos pueden incluir medicamentos para: reducir la inflamación y el dolor, evitar o reducir los brotes, ayudar al sistema inmunitario, reducir o prevenir el daño a las articulaciones, y equilibrar las hormonas.