12 de octubre: Día Mundial de la Artritis Reumatoidea
Se trata de una enfermedad autoinmune que compromete a las articulaciones, huesos y músculos del cuerpo. Al contrario de lo que se cree, afecta principalmente a jóvenes adultos entre los 25 a 45 años de edad, mayormente a mujeres.
“La artritis reumatoidea es una enfermedad autoinmune, de origen desconocido, que ataca principalmente a las articulaciones pero puede afectar cualquier parte del sistema orgánico. Se denominan enfermedades autoinmunes porque por algún mecanismo hay un desconocimiento de nuestras propias defensas sobre algunas partes o células de nuestro cuerpo y es nuestro propio sistema inmune el que ataca a nuestro organismo”, explica la responsable del Programa Integral de Atención a Pacientes con Enfermedades Autoinmunes de PRIS, médica reumatóloga Mariana Espíndola.
En este marco, advierte la profesional, los especialistas buscan desmitificar que las enfermedades reumatológicas autoinmune son propias de la vejez. En general, comenta, lo que se da más en los adultos mayores son patologías de tipo degenerativas como artrosis, osteoporosis; en cambio las enfermedades autoinmunes se presentan en pacientes jóvenes.
“En este caso, la artritis reumatoidea ataca principalmente a mujeres, con una proporción 4 a 1 o dependiendo de lugar, 10 a 1. Entre el 1 al 2 por ciento de la población mundial, padece esta enfermedad, y la edad fluctúa entre los 25 a 45 años, con un pico máximo entre los 35 y los 40; pero no existe edad para tener artritis, hay niños y bebés inclusive que la tienen”, manifiesta Espíndola.
Por ello, aclara que siempre les piden a los pacientes que ante un dolor de origen osteoarticulomuscular que no sea traumático (que no se haya sufrido un golpe o traumatismo previo), consulte al reumatólogo. Básicamente la artritis reumatoidea se caracteriza por dolor en pequeñas y grandes articulaciones, como en la mano, muñecas, codos, hombros, rodillas, cadera y pies.
“Suele pasar que cuando el paciente se quiere levantar a la mañana, es incapaz de cerrar la mano, de mover los pies, es decir no tiene flexibilidad en su cuerpo. En general esto dura entre 30 minutos y dos horas, hasta que el cuerpo afloja y puede manejarse con dolor”, dice al respecto.
Además, añade que hasta hoy, las enfermedades autoinmunes no tienen cura pero sí tratamiento. Con el tratamiento se consigue que la enfermedad quede como dormida.
“Hace muchos años que los reumatólogos hablamos de la ventana de oro, porque los pacientes llegaban al consultorio tardíamente, después de siete a diez años de evolución. Actualmente logramos bajar ese tiempo de derivación a tres o cuatro años, pero quisiéramos bajarlo de un mes a seis meses como máximo. Porque ahí estamos seguros que si el paciente comenzó con la enfermedad, no tuvo lesiones óseas. Cuando el paciente tiene lesiones óseas, eso favorece a la aparición de deformidades con pérdida de capacidad funcional de la articulación. El paciente va perdiendo lentamente la capacidad de su articulación y se va adaptando a usarla mal. La medicación revierte el síntoma-dolor y la inflamación, pero no revierte la deformidad”, remarca la médica.
Por último, destaca que durante la pandemia se continuó otorgando la medicación a los pacientes. Cambiaron los nodos de dispensa de medicación para que ésta llegue más cerca del domicilio de cada paciente. También, invitó a todas aquellas personas que presenten estos síntomas, a realizar la consulta oportuna. Para ello, pueden comunicarse con Salud Escucha (0800-4444-999) y pedir un turno por telemedicina con un especialista reumatólogo.