5 de mayo: Día Internacional de la Partera
Como profesionales se las conoce bajo el nombre de obstétricas, son las encargadas de ayudar, acompañar, aconsejar y cuidar a las mujeres durante su embarazo, parto y puerperio; sin embargo son mucho más que trabajadoras, son una mano amiga y consejera sabia en un momento de plena felicidad: el alumbramiento.
“La partera obstétrica es un miembro del equipo de salud muy importante, no solamente realiza los partos de bajo riesgo, sino que desarrolla una función vital que es la contención de la embarazada. Realiza el primer examen a la paciente, aconseja sobre sus temores o dudas sobre el parto ya sea natural o por cesárea”, dice al respecto el director del hospital Avellaneda, doctor Luis Medina Ruiz.
Y comenta que en el efector que dirige cuentan con 20 parteros, quienes trabajan en equipo con el médico obstetra y el resto del personal: “Tenemos incluso una escuela de pacientes de embarazadas donde reciben sus temores, y tienen contacto con las parteras y mujeres que son puérperas. Es un momento donde se crea un vínculo entre ellas y van transmitiendo sus experiencias. Todos los hospitales donde hay maternidades o salas de partos tienen parteras. Además están capacitadas para realizar un control de embarazo de bajo riesgo”.
Por su parte, la jefa de Parteras del Avellaneda, licenciada Marta Monjes, explicó que en el servicio trabajan bajo un modelo de atención implementado hace muchos años atrás basado en la ley 25.929, la de los derechos del nacimiento, para brindar una atención respetada del nacimiento a la madre y a la familia.
“Recepcionamos a las embarazadas por admisión, de acuerdo al diagnóstico que hagamos la pasamos a sala de partos. A posterior en las Salas de Partos y Recuperación, atendemos a ella y su familia, trabajamos permanentemente con un familiar que ella elija, la señora nunca está sola. La asistimos en el momento del parto, le demos la libertad de elegir la posición en la que ella quiera parir. Le ofrecemos el parto en la camilla de parto, en la silla (adaptada para el parto), y en cuclillas. También tenemos colchonetas por si no quiere parir en ninguno de los otros tres lugares, ponemos la colchoneta en el suelo y atendemos allí el nacimiento con todas las técnicas de asepsia para que no haya ningún riesgo de infección”, cuenta.
Y advierte que si hubiera una complicación, llaman al médico para que haga su intervención, sino la obstétrica se desempeña en todo lo que le compete a su trabajo.
“Una vez que sale el bebé es colocado sobre el pecho de la madre piel a piel, porque necesita sentir que está de nuevo con su mamá, necesita sentir si olor y recibir la calma después de un proceso fuerte como es el nacimiento. Todo esto es la vista de un familiar, el que ella elija. Muchas veces puede ser el papá del bebé, la madre, una amiga, la abuela, incluso hasta los hijos si son grandes ya, nunca está sola. Una vez que el bebé está sobre la madre iniciamos la lactancia materna, que es fundamental en la primera hora de vida por todos los beneficios que da, no sólo orgánicamente sino sentimentalmente”, puntualiza la jefa.
Una vez que la mamá está en condiciones es trasladada a la unidad de internación conjunta donde estará permanentemente acompañada y cursando su puerperio.
“La partera es una figura que no puede faltar, brinda una atención donde intervienen tres aspectos: la mente (porque nos debemos preparar y capacitar), las manos (para brindar nuestra atención), y el corazón para poner nuestros sentimientos en ese acto tan sublime que es el nacimiento”, opina y recuerda Monjes.