ACV: Cómo identificarlo y dar aviso al Programa Provincial de ACV de la provincia
Los accidentes cerebro vasculares suelen tener síntomas conocidos como las cinco C: cefalea, ceguera parcial o total, confusiones, el cuerpo o la mitad de él se siente diferente y la caída o pérdida del conocimiento.
El coordinador general del Programa Provincial, doctor Julio Fernández, explicó que, generalmente, un ACV se presenta alrededor de los 50 años, pero se vio un aumento en la frecuencia en gente menor, produciéndose un pico entre los 25 y 30 años, que está en franco incremento. El más frecuente se da en personas de alrededor de 65 años que tienen hipertensión crónica o colesterol.
Es muy importante que las personas aprendan a identificar los síntomas de un ACV para poder realizar una consulta inmediata. Entre ellos, Fernández mencionó: cefalea, es decir un dolor de cabeza repentino de intensidad máxima e inmediata, pérdida de conocimiento ante un desmayo, incapacidad para pronunciar correctamente las palabras, dificultad en la interpretación, debilidad o adormecimiento de la mitad del cuerpo, del brazo, pierna o de la cara y la pérdida repentina de equilibrio con caída. “Todos esos síntomas nos tienen que alertar a que la persona puede estar sufriendo un ataque cerebro vascular, por ello, si la persona que lo está sufriendo, puede, o bien el acompañante que se encuentre en ese momento, deben poder identificarlos y llamar al 107”.
“Allí lo atenderá un radio operador que está entrenado para este tipo de llamados y automáticamente se dispara en la provincia el código ACV, a través del Programa Provincial de ACV, único a nivel nacional. Posteriormente el paciente será buscado por una ambulancia especialmente equipada y con personal idóneo, mientras se da aviso al hospital Padilla, efector público donde se atienden pacientes de estas características, o bien a uno de los centros privados acreditados por el programa para el funcionamiento”. El referente recomendó que, mientras el paciente espera a ser retirado, debe permanecer sentado o acostado en el mismo lugar donde surgió el o los síntomas para que el personal entrenado de encargue de la gestión de forma correcta.
Mientras la persona es asistida por el 107, el equipo del hospital se encuentra esperando al paciente para ser asistido: “Es importante recordar que hoy el ataque cerebro vascular tiene tratamiento que puede ser mediante la administración de una droga por endovenosa que disuelve el coágulo que está obstruyendo la arteria, o bien se ingresa por las arterias a sacar el coágulo para desobstruirla. Todo esto se puede realizar en un período de tiempo muy acotado, por lo que es fundamental que las personas reconozcan los síntomas y consulten inmediatamente ya que, por cada minuto que pasa, mueren 2 millones de neuronas”, advirtió el neurocirujano. Por ello, insistió en que, basta tener un solo síntoma para dar aviso y, mientras más rápido se intervenga, menores serán las secuelas a largo plazo en el paciente.
En tanto, el especialista explicó que hay un período de alrededor de 4 horas y media desde el inicio de los síntomas en el que se puede revertir el cuadro en gran medida y disminuir las secuelas.
“Es importante que la población ante una duda, consulte, no se auto medique pensando que esto ya va a pasar, porque cuando un paciente llega tarde, no tenemos tratamiento efectivo para mejorar la situación, sobre todo con la cefalea intensa que se da de manera súbita. No hay que tomar ninguna medicación, hay que consultar inmediatamente”, instó el coordinador.
Para finalizar, Fernández habló respecto de las intervenciones que se realizan ante un caso de ACV, y dijo que se realizan por medio del programa en el hospital Padilla y que cuenta con un equipo interdisciplinario entre los que se encuentran: enfermeros que trabajan en la guardia destinados específicamente a la atención de ataques cerebro vasculares, técnicos en hemodinamia, médicos emergentólogos, neurólogos y neurointervencionistas. “Es un grupo muy grande y altamente capacitado con una vasta experiencia a nivel país”, cerró el experto.