Cómo ayudar a una persona que está sufriendo convulsiones
La coordinadora de la unidad de Epilepsia y Trastorno del Sueño del hospital Nicolás Avellaneda, neuróloga Daniela Graci, brinda una serie de consejos y advertencias para poder actuar correctamente ante esta situación. Mitos y verdades.
“Una convulsión es un evento paroxístico del Sistema Nervioso Central que lleva a movimientos involuntarios y a veces a la pérdida de conciencia, con caída y sacudidas en el piso. No siempre una convulsión implica la pérdida de conciencia, si bien las que más preocupan son las que el paciente se desconecta, se cae al piso y se sacude. Pero no siempre la persona pierde el conocimiento, lo que sí sucede son las sacudidas involuntarias”, comienza diciendo la doctora.
Las convulsiones se pueden dividir en episodios aislados o aquellas que se dan en contexto de pacientes epilépticos. No toda convulsión sucede en el marco de pacientes con epilepsia. Por ejemplo, una persona intoxicada por alcohol o droga, puede tener convulsiones.
Ante una situación de estas, lo más importante resalta la especialista es mantener la calma. Hay que saber que las convulsiones en su gran mayoría son auto limitadas, es decir que se detienen solas dentro de los primeros cinco minutos.
“Hay que controlar el horario, ver el reloj. Después lo que hacemos es evitar que el paciente se golpee durante la convulsión que sería lo que puede complicar el cuadro. Para ello, corremos todos los objetos cercanos, ponemos en la medida de lo posible de costado al paciente, para que si hay un vómito el paciente no se ahogue”, enseña.
Además, subraya que la persona nunca puede tragarse su propia lengua en este contexto. Eso es un mito; como máximo se puede morder, pero nada más.
“Si la convulsión a los cinco minutos no ha cedido, no han parado las sacudidas, debemos llevar al paciente de inmediato al hospital. Si es un primer evento, en un paciente que no ha sufrido nunca una convulsión, como hay riesgo de repetir el evento dentro de las 24 horas, está bien consultar en el momento. Un paciente epiléptico ya conocido, que ha olvidado la toma de una medicación, puede esperar a consultar con su especialista”, recomienda.
Respecto a quiénes sufren más estos episodios, cuenta que la epilepsia es mucho más frecuente en niños y ancianos. Después en el grupo de adolescentes y jóvenes, tiene mayor prevalencia las convulsiones de causas secundarias como un traumatismo o consumo excesivo de alguna sustancia.
“Hay formas de convulsiones que producen daño neurológico en los pacientes, y reiterándose los eventos, el daño el mayor. Y sobre todo se produce en la esfera de lo cognitivo del paciente, su capacidad de aprendizaje, de vincularse con el medio. Siempre lo ideal es acudir al médico generalista o clínico y de allí él va a solicitar la derivación si es necesario”, termina.