Enuresis: Qué es y cómo tratarla
La pediatra a cargo de pacientes crónicos de mediano riesgo del hospital Avellaneda, doctora Sara del Valle Gallardo, habló de enuresis y sus diferencias con la incontinencia urinaria.
La enuresis es la pérdida de forma involuntaria de orina en un niño mayor de 5 a 6 años. Se considera que un niño tiene esta problemática cuando se moja en forma permanente, todas las noches, a lo largo de más de 6 meses. |
«Se trata de una preocupación frecuente, las mamás buscan al pediatra para consultar sobre el tema y debe ser así porque el especialista puede orientarlas respecto a cómo se debe manejar la situación, que es angustiante para la familia y el niño», dijo la referente en tanto agregó es importante diferenciar esta problemática -que puede ser diurna o nocturna– de la incontinencia urinaria.
«Se considera incontinencia urinaria cuando el niño o niña se moja entre dos micciones, es decir que no puede mantenerse seco entre dos micciones de forma continua. Generalmente en estos casos hay que descartar patologías o lesiones funcionales a nivel anatómico de la vía urinaria», explicó.
La enuresis que genera más preocupaciones es la de tipo nocturna y además puede calificarse en primaria o secundaria. La primaria es aquella que se presenta cuando el niño en su maduración -mayor de 5 o 6 años- se moja en la cama de forma periódica por más de 6 meses y la secundaria tiene lugar cuando el niño ya dejó de mojarse en la cama por un plazo de 6 meses y luego vuelve a hacerlo.
Al momento de consultar acerca de los motivos por los cuales aparece la enuresis y la edad en la que hace su aparición, la profesional afirmó que los niños suelen adquirir o aprender un control de esfínteres entre los 2 a 4 años:
«En esta etapa el niño incorpora y aprende a saber cómo manejar el instante en que siente llena su vejiga, momento en que manda un mensaje a su cerebro para que se contraiga el esfínter y pueda llegar al baño sin mojarse. La enuresis se produce porque justamente el niño no registra esa instancia, sea porque está distraído jugando, porque haya algún problema a nivel familiar o algo que le esté generando angustia y motiva la consulta», describió Gallardo. |
Siguiendo esta línea la especialista instó a entender que se trata de una patología que tiene tratamiento, que requiere de un acompañamiento familiar en el periodo en el que el niño está aprendiendo del control de esfínter -desde los 2 a los 5 años de edad-.
Posterior a ese momento, el abordaje se realiza a través de ciertos consejos que se brindan a los padres para reducir la problemática: Se recomienda que el niño no consuma mucha agua después de las 19 horas para que evite mojarse, levantarlo antes de ir a acostarse y asegurarse de que evacue su vejiga y descartar los acontecimientos a nivel familiar que puedan motivar traumas o angustias, que de presentarse pueden precisar también de una interconsulta con psicología para brindar apoyo al niño ante esa necesidad.