El servicio de Cabeza y Cuello del Centro de Salud, único en el NOA en realizar cirugías de reconstrucción de lengua
A pesar de la pandemia, los profesionales del hospital público continuaron brindando este servicio a la comunidad. Actualmente reciben pacientes derivados de efectores de La Rioja, Catamarca y Jujuy.
Consultado sobre este tipo de operaciones y en el marco de la última intervención que realizaron a una paciente de 45 años, el jefe del sector de Cabeza y Cuello del hospital Centro de Salud Zenón Santillán, doctor Pablo Vallejo, cuenta: “A mediados de marzo llegó Analía a nuestra institución, derivada desde el hospital de Concepción. Presentaba una lesión en la lengua, tenía dolor, dificultad para comer, para el habla. Venía con un tumor maligno en lengua que abarcaba casi la mitad del órgano. Entonces decidimos junto a todo el equipo, encarar esta cirugía”.
Y prosigue: “Los cánceres de cavidad oral representan alrededor del 6 por ciento de éstos en nuestro organismo; y el de lengua, más del 60 por ciento de los cánceres de la boca. Actualmente la relación es tres veces a uno en los hombres más que en las mujeres. Y aparece generalmente después de los 50 o 60 años”.
Es así que, lo que llamó la atención de los médicos fue que la paciente tenía 45 años de edad. Sin embargo, se planeó realizar la cirugía que consistía en reconstruir la lengua y recuperar las funciones de deglución y habla.
“El trabajo en oncología siempre es multidisciplinario. Los pacientes con estos tumores de lengua, los captan primero los odontólogos. En este caso, ella fue derivada por el servicio de Odontología y Cirugía del hospital de Concepción. Acá fue evaluada por el servicio de Cabeza y Cuello y Cirugía Plástica. También trabajamos con Fonoaudiología, debido a que se encargan de la rehabilitación posterior, una de las partes más complejas de este tipo de procedimiento”, sostiene.
“La cirugía fue un éxito. Y también el aporte de la parte reconstructiva gracias a Cirugía Plástica a través del doctor Estaban Bolea, un cirujano excelentemente formado tanto en Buenos Aires como en Taiwán, donde se realizan este tipo de reconstrucciones en un alto volumen de pacientes”, expresa Vallejo. A tiempo que confirma que la intervención fue un éxito y hoy la paciente se encuentra en perfecto estado.
En el NOA, el Centro de Salud es el único hospital público que sigue haciendo este tipo de cirugía a pesar de la pandemia.
Sobre el procedimiento
La operación que llevó a cabo la unidad es una reconstrucción microvascular a través de la cual se toma un segmento del cuerpo y se lo lleva a otro, mediante técnicas con microscopio para devolver la circulación.
“Este tipo de cirugía trajo una mejoría en la rehabilitación de nuestros pacientes. Antes, consistía en resecar un segmento de la lengua y a la misma doblarla para cubrir el defecto. Eso generaba una lengua más gorda, más corta, y muchas veces la cicatrización de los tejidos no era muy buena, se abrían los puntos. Llevaba a malas cicatrizaciones, a que la lengua no tenga una buena función en el habla y no haya una correcta deglución”, expone el subjefe del servicio de Cabeza y Cuello de establecimiento, doctor Manuel Usandivaras.
A través de la reconstrucción, se quitó la mitad de la lengua y con otra parte del cuerpo se la volvió a formar entera. Así, la musculatura que quedó de la lengua anterior permite que la lengua mueva para atrás para poder tragar bien y lograr el proceso de comunicación.
Ese segmento del cuerpo se llama colgajo fasciocutáneo, se toma de la región del antebrazo junto con una arteria y vena.
Por su parte, el doctor Estaban Bolea del servicio de Cirugía Plástica, explica que siempre en estos casos se debe priorizar la seguridad oncológica. Esto mismo produce un defecto y allí intervienen para restaurar la función lo máximo posible y dejar la menor cantidad de secuelas posibles.
“La lengua es uno de los órganos más difíciles de reconstruir por las funciones que tiene sensoriales, que hasta el día de hoy no se pueden restaurar. Pero también tiene funciones en su movilidad, para la deglución y fonación que son muy importantes, y sobre esto trabajamos. Son operaciones largas que llevan mucho tiempo, pero trabajamos en equipo”, manifiesta.
Específicamente para esta cirugía participan siete profesionales que intervienen al paciente, en un periodo de 10 a 12 horas. Es importante también el trabajo de los anestesiólogos para mantener al paciente dormido y relajado durante toda la operación. Sin dudas, el rol Anatomía Patológica que permite hacer una congelación intraoperatoria y determinar si el segmento extraído está libre de tumor.
“Lo que estamos operando es un cáncer, y lo primero que queremos hacer es curar esa enfermedad. El patólogo nos dice si es que quedó alguna raíz dentro del cuerpo cuando sacamos. Una vez que el paciente se recupera de su cirugía, el proceso del equipo multidisciplinario sigue, pues va requerir de un tratamiento oncológico”, retoma Usandivaras.
El después
Tras su paso por el quirófano, la licenciada en fonoaudiología María Lourdes Fredes fue la encargada de la rehabilitación de la paciente. “Lo primero que hicimos fue hacer una evaluación. Luego de 10 días aproximadamente empezamos con la rehabilitación. Realizamos diferentes test para ver en qué condiciones estaba. Así iniciamos en sala la rehabilitación y continuamos en consultorio externo cuando ella fue dada de alta. Los objetivos para Analía fueron: recuperar la parte deglutoria y el habla, para mejorar su calidad de vida”, sintetiza la profesional.
Finalmente, Analía recuerda el camino hasta aquí y da gracias a Dios y a los médicos, porque hoy hace su vida normal: “Me siento bien, puedo hablar y comer. La atención en el hospital fue muy buena, muy buenos los cirujanos. Sigo con la rehabilitación con la Fono y vengo cuando ellos me llaman para el tratamiento. Estoy muy contenta”.