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“La vejez no es sinónimo de enfermedad”

De esta manera, se manifestó la referente del Programa de Adultos Mayores de la Dirección General de Programa Integrado de Salud (PRIS), Nilda del Valle Roldán. Además comentó los aspectos principales de la labor que se viene realizando en pos de mejorar la calidad de vida de este grupo etario. La jubilación y su incidencia en la salud.

Nilda del Valle Roldán - Programa de Adultos Mayores (PRIS)
Nilda del Valle Roldán – Programa de Adultos Mayores (PRIS)

Se trata de un programa que trabaja de manera estrecha con los distintos programas de Enfermedades Crónicas no Transmisibles, para lograr una atención adecuada e integral del adulto mayor.
Para esto se trabaja haciendo especial hincapié en la sensibilización de la comunidad y del equipo de salud en la visión que se tiene sobre la vejez, de manera que la persona adulta mayor sea pensada como un sujeto capaz de participar, de expresarse, de tener y reconocer nuevas habilidades. “Vejez no es sinónimo de enfermedad, ni de demencia, ni de postración. Queremos eliminar todos los estereotipos negativos que hay sobre esta etapa de la vida”, comentó Roldán.

Bajo esta premisa se trabaja con actividades de prevención y promoción. En este marco, el 21 de septiembre, fecha en que se conmemora el día internacional del Alzheimer, se presentará un stand en la Expo. El objetivo es brindar información a la comunidad sobre la enfermedad y la importancia de reconocer los signos y síntomas que puede presentar un adulto que atraviese esta patología, que muchas veces es desconocida e incomprendida. Tanto este como otros trastornos demenciales implican para el entorno familiar estrés y representan para el cuidador una gran carga, que puede incluso derivar en maltratos a este grupo etario.

Además, detalló la profesional: “En octubre iniciamos el segundo módulo de capacitación para todo el equipo de salud médico de primer y segundo nivel que atiende adultos mayores. La idea es que ellos reconozcan el tratamiento especial que requiere este grupo específicamente y cómo debe ser abordado y respetado como sujeto de derecho para recibir la mejor calidad de atención”.

También se llevan a cabo capacitaciones para Cuidadores Domiciliarios con la colaboración de ONGs, el Ministerio de Desarrollo Social y la Dirección de Adultos Mayores, en el Círculo Sardo (Crisóstomo Álvarez 1236). “Éstos llevan siete meses en curso con aproximadamente 25 alumnos seleccionados por evaluación de perfil de psicólogos y gerontólogos”, especificó Roldán.

¿JUBILACIÓN PERJUDICIAL?

Un estudio realizado por el Instituto de Asuntos Económicos y Temas de Edad de Londres (Reino Unido) plantea que, al principio, los hombres y mujeres que se jubilan experimentan una pequeña mejora en la salud, pero a mediano o largo plazo su nueva situación genera «un declive drástico en la salud». Así, disminuye en un 40% la posibilidad de tener una excelente o muy buena salud, aumenta en un 40% el peligro de desarrollar depresión y 60% el riesgo de sufrir una patología física.

Al respecto, la profesional refirió que hay muchos estudios sobre el impacto que genera la jubilación en los adultos mayores. Unos arrojan resultados positivos y otros negativos. En este proceso de identificación, Roldán afirmó: “Uno se concibe a sí mismo como una persona que desempeña un rol en la sociedad. La jubilación lleva un proceso psicológico de adaptación para identificarse y reconocerse en un nuevo rol”.

Siguiendo esta línea, la referente comentó que lo ideal es anticiparse a la jubilación, haciendo cursos de preparación y solicitando ayuda psicológica para que la forma en que se enfrenta este acontecimiento sea diferente. También especificó que los efectos negativos están relacionados con muchos factores de estrés, como la situación económica, la viudez, la soledad y contar con pocas redes de apoyo social.

Si bien hay estudios que determinan que la jubilación se relaciona directamente con estados de depresión, apatía o melancolía, también puede abordarse como el momento propicio para llevar adelante todas aquellas actividades que no se realizaban por los horarios de trabajo, o por cuidar a los hijos.

De esta manera, “hay personas que generan nuevos proyectos de vida, practican gimnasia, hacen talleres de teatro, concurren a centros de jubilados, realizan viajes e incluso afianzan sus parejas ya que pueden compartir mayor cantidad de momentos”, finalizó Roldán.

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