La nueva ley de Salud Mental en debate, construcción y transformación
El color naranja representa la vida y según los vedas significa respiración, aliento vital y sentido de la vida. En ese contexto de color y con un distintivo en el pecho se dieron inicio a las “II Jornadas de Prevención y Abordaje de Conducta Suicida”, desarrolladas en conmemoración al Día Mundial de Prevención de la Conducta Suicida. El evento se llevó a cabo en los salones de Los Cerezos en esta capital. En la oportunidad se dio a conocer un incremento en las consultas de los adolescentes en un 70 %.
A nivel mundial se trabaja para la prevención de la conducta suicida. Así, la División de Salud Mental dependiente de Sistema Provincial de Salud organizó las Jornadas de Prevención, en las que se expuso la situación de atención en la provincia.
Sobre el tema, Marcela Lemaitre, referente de Salud Mental local dijo: “Es muy importante poder detectar a tiempo las conductas que pueden estar presentando personas que podrían llegar a estar afectadas”.
Por otro lado, la profesional aseguró: “En el sistema de salud hubo un incremento de consultas y por eso es importante difundir a la población que el sistema ofrece guardias de salud mental específicas para la atención de esta problemática”.
“En el sistema de salud hubo un incremento de consultas y por eso es importante difundir a la población que el sistema ofrece guardias de salud mental específicas para la atención de esta problemática”.
La atención en los hospitales en la actual gestión sanitaria de la provincia fue cambiando debido al trabajo que se realiza bajo la Ley 26.657 que garantiza el Derecho a la Protección de la Salud Mental. Sobre la atención, Lemaitre afirmó: “En el Hospital Padilla, en el Del Carmen y en el Obarrio se brinda respuesta ante la urgencia. Y los centros de atención primaria cuentan con 130 CAPS con atención psicológica donde la gente puede concurrir por cualquier malestar psíquico o sensación de angustia relacionada o no con la problemática del suicidio”.
Por otra parte, informó que hay disposiciones complementarias que tiende a dar atención en situaciones de crisis, sosteniendo a la persona necesitada, con periodos de internación abreviada, posteriormente vuelven a sus hogares con seguimiento comunitario y ambulatorio con tratamiento psicoterapéuticos.
Durante la primera etapa de la jornada, Trinidad Bo, Jefa del servicio de salud mental del Hospital Padilla, contó que en el servicio se trabaja con varios dispositivos.Uno de ellos es la guardia activa de psiquiatras y de psicólogos que durante las 24 horas del día y durante los siete días de la semana asisten los requerimientos de la población por la guardia mayor, que es el lugar donde se recibe toda la urgencia de salud mental.
“Esto nos permitió advertir que en los últimos tiempos hubo un incremento muy grande de intentos suicidas. Tenemos una demanda de alrededor de 100 casos por mes. Esto es muchísimo porque fue como aplastando otras demandas. Se ven otros tipos de pacientes pero el mayor requerimiento es de un 70% en atención en esta problemática. A su vez, de esa cantidad, cada 100 pacientes el 70% son adolescentes menores de 20 años”, afirmó la referente.
A la vez, hizo notar la falta de diálogo y el mal uso de la tecnología: “La comunidad universal es cada vez más virtual; la imagen ha tomado una primacía muy grande en relación a la posibilidad de abordar un discurso entre el afectado y quien podría brindarle ayuda.”
“La comunidad universal es cada vez más virtual; la imagen ha tomado una primacía muy grande en relación a la posibilidad de abordar un discurso entre el afectado y quien podría brindarle ayuda.”En cuanto al rol de la familia, en todo momento se destacó que es muy importante en la prevención de la conducta.
“Muchas veces las personas que están afectadas en su salud mental pueden dar ciertas señales o indicadores que la familia tiene que tener en cuenta. A veces son señales indirectas, por ejemplo, en los adolescentes cuando tienen conducta autodestructiva, pueden aparecer cortes, autolesiones, consumo de sustancias, aislamientos o conductas agresivas. Cuando aparecen, es importante consultar al profesional de salud mental para que pueda ser evaluada la situación y se sepa qué tipo de atención va a recibir la persona y el grupo familiar”, detalló Lemaitre.
Cabe destacar que también se disertó sobre el tratamiento que dan los Medios de Comunicación a la conducta suicida. La presentación estuvo a cargo de Emanuel Gall, jefe del Departamento de Comunicación y Promoción para la salud del SIPROSA y del periodista José María Monsalvo, jefe del área de Producción de Contenidos de dicho Departamento.