En 2013 creció la cobertura de salud y más personas se controlaron la presión arterial
Según determinó la Tercera Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR), hubo en 2013 un mayor acceso a la cobertura y prestaciones de salud, una mayor preocupación de la población en controlarse la presión arterial y más mujeres se realizaron una mamografía en los últimos dos años.
La cobertura de salud, ya sea la brindada en el sector público o a través de obras sociales o prepagas, mostró una tendencia creciente al pasar del 62,4 % de 2005 al 68,9% de 2009 y el 70,7% de 2013.
En cuanto a la preocupación de la población por cumplir controles sanitarios, la encuesta muestra que:
- 9 de cada 10 adultos se controlaron la presión arterial en los últimos dos años, una proporción mayor a la de 2009 (8 de cada 10).
- 8 de cada 10 varones mayores de 34 años y mujeres mayores de 44 años se midieron alguna vez el colesterol plasmático, lo que no muestra cambios en relación con 2009. Un tercio de las personas que se controlaron manifestó tener colesterol alto.
- Se mantuvo estable el control de glucemia con relación a 2009 al mantenerse en 8 de cada 10 adultos.
- En tanto que 7 de cada 10 mujeres de entre 50 y 70 años se realizó una mamografía en los últimos dos años, con lo que mejoró el indicador de 2009 (6 de cada 10).
- 7 de cada 10 mujeres de entre 25 y 65 años se realizaron una prueba de Papanicolaou, resultado que no muestra cambio significativo respecto de la encuesta anterior.
- 3 de cada 10 personas de entre 50 y 75 años se realizaron alguna prueba de rastreo de cáncer de colon, habiéndose incluido por primera vez en la encuesta esta variable.
Datos metodológicos de la encuesta
El estudio fue presentado durante un acto realizado en la Capital Federal, en el que el viceministro de Salud Jaime Lazovski y la directora del INDEC, Ana María Edwin, expusieron los aspectos salientes del trabajo ante un auditorio compuesto por funcionarios de las áreas de salud de los tres niveles de gobierno, representantes de sociedades científicas e integrantes de equipos de salud y estadísticas de todo el país.
La Encuesta Nacional de Factores de Riesgo –realizada en 2005, 2009 y 2013– forma parte del Sistema de Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles (ENT) del Ministerio de Salud de la Nación y del Sistema Integrado de Encuestas a Hogares del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
Se trata de una muestra de alcance nacional, que tuvo por objetivo monitorear la evolución de los principales factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles; evaluar el impacto de las políticas de prevención realizadas a nivel nacional, provincial y local; y servir de insumo para la priorización de acciones y políticas en los diferentes ámbitos y niveles de decisión.
Su diseño fue probabilístico y multietápico para obtener información representativa a nivel nacional y provincial de la población de 18 años y más, y en su desarrollo estuvieron involucradas 1000 agentes que encuestaron a 32.365 personas mayores de 18 años en localidades de todo el país de más de 5000 habitantes.
El estudio recogió información sociodemográfica e indagó sobre la salud general, la actividad física, el acceso a la atención médica, el proceso de atención, la alimentación, el consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco ajeno, el consumo de alcohol, el peso corporal (sobrepeso y obesidad), la hipertensión arterial, el colesterol, la diabetes, las afecciones crónicas, las lesiones y detección precoz de cáncer (mamografía, PAP y pruebas de rastreo de cáncer de colon).
El peso de las enfermedades no transmisibles
Las enfermedades no transmisibles como las cardiovasculares, diabetes, respiratorias y algunos tipos de cáncer explican más del 60% de las muertes y están en ascenso en todo el mundo –al punto que las Naciones Unidas ya realizaron dos reuniones cumbre para debatir esta problemática–, estimándose que para 2020 serán causantes el 75% de las muertes.
Registran un mayor incremento en países en vías de desarrollo y ocasionan un aumento progresivo en los costos de los sistemas de salud.
Existe abundante evidencia científica a nivel global respecto a la conveniencia de poner en ejecución políticas y acciones costo-efectivas de prevención y control de las enfermedades no transmisibles, ya que todas las intervenciones que se realicen sobre sus principales factores de riesgo, entre los que se cuentan el consumo de tabaco, la alimentación inadecuada y el sedentarismo, tienen un mayor impacto sanitario en el desarrollo de las políticas públicas intersectoriales.