Cómo afecta la diástasis abdominal a las embarazadas
El jefe de la unidad de Ginecología y Patología Mamaria del hospital de Día Néstor Kirchner, doctor Gustavo García Caro, explica de qué se trata esta enfermedad frecuente en mujeres embarazadas. Cómo evitarla y qué hacer ante un diagnóstico positivo.
“El abdomen o pared abdominal está contenida por unos músculos llamados rectos abdominales. La parte superior de estos músculos están fijados donde terminan las últimas costillas y el esternón, y la parte inferior termina en el pubis. Para describirlos podemos decir que son como dos bandas que van de arriba hacia abajo y están a los costados del ombligo”, comienza diciendo el referente.
Estos músculos tienen distinto espesor, tamaño y estructura, según la estructura de la paciente, si es delgada o tiene sobrepeso, si está bien nutrida o tiene una carencia nutricional. Todo esto, comenta el profesional, influye en la calidad del músculo y si es más o menos resistente.
“Podemos ejemplificar la pared abdominal con un elástico, cuando es bueno se estira varias veces y vuelve a su estado original, cuando es de mala calidad, lo estiras dos o tres veces y queda elongado. Esto se presenta más en pacientes que tuvieron varios embarazos, porque el embarazo hace que la cavidad abdominal crezca y produce un estiramiento de los rectos abdominales”, sostiene.
Después del parto o cesárea, todo vuelve a la normalidad, los músculos dejan de estar estirados y van lentamente recuperando su estado original. Pero si la paciente tiene un estado nutricional deficiente, esos músculos no vuelven a su estructura original.
“Muchas veces aparte de estar estirados, se separan. Son dos bandas que van de arriba hacia abajo y van juntas al lado del ombligo. Cuando esos músculos se separan se llama diástasis. Esa separación hace que el contenido abdominal deje de estar sujeto o contenido por los músculos, por lo tanto, sobresale entre los músculos y da el aspecto de una hernia”, explica.
Las personas que sufren esta patología deben cuidarse mucho de hacer esfuerzos, suelen sentir dolor, molestia, y en la hernia puede haber contenido intestinal y por supuesto, mayores dolencias y complicaciones.
“Lo que siempre se insiste es en la prevención. Se logra cuando las pacientes van a los controles nutricionales y se va aconsejando para que no lleguen a tener este tipo de complicaciones. Cuando ya ocurrió esto, hay cirugías que se pueden hacer para unir o volver a tensar estos músculos y en casos excepcionales cuando ya no tan sólo se soluciona con puntos, hay que colocarle mallas, procedimiento que llevan a cabo los cirujanos generales”, indica el médico.
Por último, asegura que esta enfermedad es bastante frecuente y aún más en pacientes que tuvieron muchos embarazos. Ante cualquier duda o consulta, dirigirse al efector sanitario más cercano al domicilio.