Depresión posparto: cómo abordar esta estigmatizada afección
La psicóloga y jefa de la Unidad de Salud Mental del Instituto de Maternidad ‘Nuestra Señora de las Mercedes’, Sofía Casella, contó que se trata de un trastorno del estado de ánimo que le ocurre a un gran porcentaje de la población.
Estadísticamente a nivel mundial, entre un 18 a 20% de mujeres puérperas pueden llegar a cursar este padecimiento que suele aparecer inmediatamente o después del puerperio, o hasta los 12 primeros meses después del parto.
“La maternidad está muy idealizada con este concepto de completitud, perfección y felicidad; o de amor a primera vista con él bebe, pero en la realidad ese ideal no existe y hay que trabajar socialmente contra ese estigma. Es importante diferenciar una depresión posparto de otra situación clínica, que también puede aparecer en los primeros meses y que tienen las mismas características, pero que en realidad tienen que ver con todos aquellos cambios que se generan a nivel hormonal, bioquímico y social con respecto al rol de la maternidad; algo leve que después desaparece y que no necesita ningún tipo de asistencia. Pero si ese tipo de sintomatología persiste en el tiempo, deben ser abordadas por un psicólogo o psiquiatra”, dijo Casella.
Síntomas
- Resultan similares a los de un cuadro de depresión mayor y que se caracteriza por un estado de ánimo depresivo o de tristeza profunda, llanto, irritabilidad, alteraciones en el sueño y el apetito, y también desgano y agobio, y fundamentalmente una dificultad vincular con el bebé, atenderlo o hablarle.
Tratamiento
- Debe ser abordada desde el punto de vista psicológico y valorar una interconsulta psiquiátrica en el caso de necesitar la indicación de algún tipo de medicación, además de contar con el apoyo del resto del equipo de salud, que es fundamental durante el puerperio, con la asistencia del obstetra y el pediatra, que debe ayudar también en la vinculación. La familia también cumple un rol fundamental para la contención durante el tránsito de esta afección.
La especialista destacó además que cualquier personal de la salud que trata diariamente con embarazadas o puérperas está capacitado para para detectar esta sintomatología sin que sea necesariamente un psicólogo, sino que también lo puede hacer un obstetra y hasta el pediatra. Y que, si la mujer en otros embarazos ha cursado una depresión posparto o tiene antecedentes de depresión en su historial, tiene que considerarse de relevancia, así como también si hay antecedentes de violencia o maternidad no deseada.