Semana de la Arritmia en el Hospital Padilla
El jefe de la Unidad de Arritmia del efector, doctor Gabriel Salica, se refirió a las actividades de prevención y control de factores de riesgo que se realizan en el hall del hospital, con el objetivo de poder detectar de forma temprana arritmias en la población.
Las arritmias son pérdidas de ritmo que tiene el corazón. Este órgano tiene latidos rítmicos, que cuando se alteran se denomina arritmia: “Nuestras jornadas están destinadas a la comunidad en general para tratar de detectar arritmias que suelen ser poco sintomáticas o incluso asintomáticas”, dijo el profesional.
Siguiendo esta línea Salica refirió que una de las más frecuentes arritmias es la fibrilación auricular, que tiene gran impacto en la sobrevida y calidad de vida de los pacientes, cuadro que puede detectarse a través de prácticas sencillas como el control de la presión arterial y la respuesta a un cuestionario que consta de preguntas respecto a factores de riesgo que pueden favorecer al desarrollo de la arritmia.
“Con la toma de pulso se completa estos pasos de control, si el pulso es irregular se indican estudios como electrocardiograma y consultas con especialistas. Esto es lo que estamos ofreciendo en las jornadas que iniciaron el lunes y se extenderán hasta el jueves de esta semana de 9 a 11 horas en el hall del hospital”, puntualizó el especialista, a la vez que destacó la diabetes, el tabaquismo, la hipertensión arterial, el hipertiroidismo, una cardiopatía isquémica o la apnea del sueño pueden influir en el desarrollo de la fibrilación auricular, de igual forma que algunos problemas valvulares del corazón.
Síntomas como falta de aire, palpitaciones, mareos o dolor de pecho pueden considerarse signos de alarma, si bien muchas veces la gente no les presta demasiada importancia, pueden ser el inicio de la detección de una arritmia. “Para una persona que no tiene patologías de base es recomendable un control anual para realizarse un chequeo general, mientras que las personas que cursan alguna patología pueden llegar a controlarse cada dos o tres meses, dependiendo de la afección y la recomendación médica para la misma”, sostuvo. |
Finalmente Salica recomendó mantener una vida en movimiento con la práctica periódica de actividad física, el mantenimiento de una alimentación saludable, hábitos que inciden en la prevención de enfermedades cardiovasculares.