Bartolinitis: qué es y cómo tratarla
Esta patología es muy frecuente, causa mucho dolor, requiere una consulta médica urgente con el ginecólogo y puede tener distintos tratamientos según sea el caso.
El doctor Andrés Gómez Henson, jefe de ginecología del hospital Avellaneda, explicó: “La glándula de bartolino es algo normal en las pacientes, todas la tienen, es una glándula que se encuentra en la desembocadura de la vagina, en la unión de esta con la vulva. Su función es formar secreciones que ayudan a mantener el trofismo y la humedad de la vagina. Esta glándula muchas veces puede surgir un problema que es una patología llamada bartolinitis o infección de la glándula de bartolino”.
“Estas infecciones generalmente se producen por gérmenes que se encuentran en la zona vaginal, muy cerca del ano, entonces gérmenes de ambos lados, como el Escherichia coli o algunos de transmisión sexual como las clamidias o los gonococos pueden infectar esta glándula y se produce lo que se llama el proceso de una bartolinitis“, afirmó el profesional sobre esta consulta bastante frecuente.
Además, el médico especificó cuáles son los síntomas en estos casos: “En este caso la glándula que a la mujer normalmente no le molesta y no le duele, sufre un proceso inflamatorio, se pone roja, aumenta de temperatura y tamaño, se edematiza, se junta líquido o muchas veces pus dentro de ella y lo característico es que duele mucho, porque es una zona que tiene mucha enervación nerviosa y sensibilidad”. Y agregó: “Generalmente le ocurre a mujeres en edad reproductiva y sexual, es decir entre los 18 y 45 o 50 años”. |
“El tratamiento es darle un antibiótico de amplio espectro que cubre los gérmenes que normalmente pueden encontrarse ahí. Puede ser, por ejemplo, amoxicilina más ácido clavulánico, clindamicina o si uno sospecha de gérmenes de transmisión sexual se le puede dar otro como la doxiciclina. Muchas veces con el antibiótico, un antinflamatorio para calmar el dolor y terapéutica local, como ponerse hielo, puede curarse”, afirmó el ginecólogo.
Sin embargo, existen algunos casos en los que se requiere un tratamiento más complejo: “El problema es que muchas veces con el antibiótico no se cura o la glándula se tapa y se junta pus adentro y se produce lo que se llama un absceso de la glándula de bartolino. En este caso tiene que recurrir a un tratamiento de tipo quirúrgico, como es una zona muy dolorosa no puede hacerse con anestesia local, entonces hay que hacerle una sedación a la paciente o algún tipo de anestesia raquídea, abrir la glándula y hacer lo que se llama un drenaje, o sea sacar la pus y con eso la paciente normalmente se cura”.
Por último, Gómez Henson aclaró que esta enfermedad puede repetirse una vez curada: “Esta patología tiene la característica que muchas veces es recidivante, o sea que la paciente la puede padecer varias veces, hacer abscesos y en ese caso no solamente hay que drenarlo, sino que sacarla a la glándula, hacer una ectomía, una cirugía un poco más grande o quitar un quiste, porque a veces la glándula queda como una formación quística. Otras veces hay que marsupializarla, es un tipo de cirugía en la que los orificios de la glándula quedan abiertos para que no se vuelva a tapar e infecte».