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Nutrición infantil e inicio de clases: Conocé cómo prepararte para incentivar una alimentación saludable en niños

La licenciada en Nutrición de la Policlínica San Cayetano y del Caps Villa Amalia, Sofía Jimena García, habló sobre la importancia de una alimentación balanceada en los niños, especialmente a pocos días del inicio del ciclo lectivo 2023, considerando que muchos de ellos pueden tener doble escolaridad y la necesidad de llevar viandas a sus establecimientos escolares.

En este sentido la profesional sostuvo que, para elegir la alimentación del niño, es importante tener en cuenta algunos factores: “En la etapa escolar que comienza en pre-jardín a partir de los tres años de edad en adelante, surgen diferentes situaciones particulares y de acuerdo a eso se escogen los alimentos. Tanto el niño como el adulto tienen lo que se llama el apetito, que todos conocemos y que refiere al deseo natural a comer, pero que generalmente se da cuando la comida está presente, el niño va a desear lo que le pongamos al frente, por tanto, si le ponemos alimentos saludables desde una temprana edad va a tender a elegirlos”.

Siguiendo esta línea García comentó que es común que muchas de las mamás se preocupen o angustien porque notan que sus hijos van cambiando la alimentación y aclaró que esto es algo completamente normal, ya que cuando los niños rechazan los alimentos que antes les gustaban o solicitan algún alimento específico -algo que suele suceder desde los dos a los seis años- es común y esas etapas se reconocen como de “capricho transitorio”.

A partir de los seis años, agregó la especialista, surge lo que se llama el “rebote adiposo”, que es la grasa corporal normal que aumenta a partir de esa edad, pero porque es como una reserva para la pubertad. Hay que tener en cuenta esto porque desde esa etapa, al aumentar su grasa corporal, es importante controlarles la alimentación para no incurrir en excesos de grasa.

Además, la referente puntualizó que en la infancia factores como la imitación a la familia y compañeros y la fuerte influencia de los medios de comunicación, también atraviesan al momento de elegir la alimentación. Así también la moda y muchas veces las enfermedades tienen su impacto, ya que el niño cuando está en una situación de enfermedad tiende a comer menos.

“Ahora que comienzan las clases muchas veces nos preocupamos por el uniforme, los zapatos, los útiles, pero por ahí no nos preocupamos en qué van a comer. Es importante tener en cuenta que las porciones deben ser pequeñas, es mejor que los niños consuman en menor cantidad, varias veces al día bocadillos o porciones saludables, por ejemplo, de frutas frescas o quesos”, sostuvo García, especialmente para aquellos niños que pueden hacer el desayuno o colación en la escuela, o un almuerzo para los que hacen jornadas completas.

Entre algunas de las sugerencias de la nutricionista se encuentra la incorporación de palitos de verduras en los almuerzos, de lácteos o galletas integrales en los desayunos y meriendas. “Al niño le llama más la atención la comida cuando tiene más color, más variedad y cuando la preparan ellos, porque le da curiosidad para probarla. Entonces, aparte de que cuando el niño comienza la etapa escolar tiene su independencia más marcada y elige sus alimentos, es importante que incorpore que ya puede ayudarle a la mamá a hacer sus colaciones y viandas para la escuela, lo que le da más ánimos para querer probarlas”, dijo.

“La mejor etapa para aprender a comer es la escolar. También es importante para controlar el alimento, no darles muchas comidas o bebidas una hora y media antes de las comidas principales para que tengan más apetito y ahora que todavía estamos en verano y que los chicos por ahí no toman conciencia de lo que es la hidratación, que seamos nosotros los que incentivemos esas ganas colocándoles la botellita de agua o jugo natural exprimido en las manos, como una limonada hecha en casa, que siempre será mejor que esos jugos en caja o sobre que tienen mucho edulcorante o azúcar y no son saludables”, recomendó.

Cabe destacar que lo más práctico para la confección de las viandas es elegir alimentos que puedan conservarse a temperatura ambiente, para que puedan durar más: “Por ejemplo, en el caso de que sean desayunos o una colación de media mañana, lo más práctico es primero un arroz con leche casero, un yogurt con frutas naturales, frutas como bananas, manzanas, peras, mandarinas, que son fáciles y prácticas de llevar. Algo más sustentable, podría ser un sanguchito, frutos secos, alguna porción de queso para tener proteína, galletitas de avena, budines que se pueden preparar en la casa, galletas integrales, verduras frescas y proteínas magras como atún o pollo”.

Ideas de viandas saludables:

Para desayuno/colación:

• arroz con leche (puede ser con leche entera, sin agregado de azúcar)
• leche o yogurt con cereales o frutos secos
• yogurt con frutas naturales
• frutas (banana, manzana, pera, mandarina) son prácticas de llevar
• sándwich de queso y frutos secos
• bocaditos de avena o granola
• muffin de frutas casero
• galletas de avena o coco (1 banana pisada y agregar 2 cucharadas de coco rallado, formar la galleta y cocinar al horno hasta dorar) es para 1 unidad.
• budines
• galletas integrales con fetas de queso y jamón cocido y 1 fruta
• barra de cereal o turrón de kiosco (como opción rápida, no más de 2 veces por semana)

Para almuerzos:

• pasta, jamón, queso, choclo, nueces y frutillas
• Rollitos de espinaca y queso (con las masas de pascualina o empanadas), pochoclo, uvas
• sándwich en pan de miga con palta, 1 fruta
• sándwich de queso y tomate o atún o pollo, palitos de zanahoria, fruta
• pollo, brócoli, zanahoria, frutos secos y uvas
• brochette de vegetales (utilizar variedad de colores)