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El relato en primera persona de los avances en Salud Pública a lo largo del tiempo

El doctor Emilio Buabse, docente, investigador y asesor del Ministerio de Salud, llegó a Tucumán en el año 1954. La provincia y todo el país estaba viviendo plena epidemia de viruela. La única vacuna que existía en el momento era la de la viruela, fabricada en el año 1796 y estaba sin uso. En ese momento -contó el profesional- mis compañeros y yo salimos a las calles a vacunar a la gente y fue muy bien aceptada. En la medida que íbamos vacunando la epidemia se fue esfumando. De este modo Buabse relató sus años en el Hospital de Niños, sus aportes a la Salud Pública y su experiencia en esta profesión que aún sigue practicando desde otro lado.

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Emilio Buabse – docente, investigador y asesor del Ministerio de Salud Pública

Buabse manifestó que las madres en el ´56 también consultaban por la epidemia de parálisis infantil. “La vivimos intensamente en el viejo Hospital de Niños, construido por la Sociedad de Beneficencia de Tucumán, por ese entonces situado en Sarmiento al 800. Todas las camas estaban cubiertas y había 8 pulmotores porque los bebes afectados por el virus de la polio no podían respirar y necesitaban de este artefacto. Se usaba tanto el sistema eléctrico, que en un momento colapsó y se paralizó entre los médicos, enfermeras y familiares de los niños que se encontraban internados. Manejábamos la palanca para que los pulmotores siguieran funcionando y los bebés pudieran vivir”, recordó el doctor.

Con el pasar del tiempo apareció la Salk, una de las primeras vacunas eficaces para la inmunización contra un virus en general. Fue fundamental en la campaña mundial de erradicación de la polio, que era por entonces una de las enfermedades más letales, sobre todo en los niños. Luego, apareció en 1987 la Sabin, superando a la primera en cuanto a la facilidad de administración y produciendo inmunidad a mayor plazo que la Salk. A pesar de que la primera vacuna redujo de forma importante la incidencia de polio, fue la Sabin la que permitió la eliminación completa del poliovirus salvaje en el mundo y en Tucumán.

“He vivido la viruela, parálisis infantil, tos convulsa, difteria, tétanos…ha sido una vida proficua con respecto a las enfermedades infecciosas. He tenido el honor de haber trabajado para la salud pública desde 1954 y hasta este momento sigo haciendo mis aportes en el tema. Son más de 60 años intentando mejorar la salud de la población. Quiero recalcar la importancia de la vacunación, porque antes la gente en general y los niños en especial morían de enfermedades que hoy tienen la posibilidad de acceder de manera gratuita a los antídotos”.

Problemas vigentes

A lo largo de su relato Buabse resaltó que actualmente existen dos problemas para la humanidad: el sida y el Ébola. Al respecto, manifestó que desde 1981, año en que apreció el sida, hasta hoy se han ido perfeccionando las drogas para el tratamiento de esta enfermedad, y que es cuestión de tiempo para que aparezca la pastilla que cure al portador de esta patología.  En cuanto al Ébola, gracias a los avances de la tecnología, el paciente en 20 minutos puede saber si está infectado o no.

 “No hay nada más hermoso en la medicina que poder decirle al paciente que está curado” -doctor Emilio Buabse –

A los jóvenes profesionales

Emilio Buabse - docente, investigador y asesor del MSP
Emilio Buabse – docente, investigador y asesor del MSP

Finalizando la entrevista, Buabse se dirigió a los jóvenes que están eligiendo la profesión de la medicina y dijo: “lo importante es que el profesional debe estudiar y trabajar al lado del enfermo. Hay que tratarlo al paciente como un familiar, amarlo, porque él necesita que el médico no solo le transmita su sabiduría, sino la ternura, acompañar a los familiares y al enfermo en todas las etapas, hasta en la última”.

Por último, el profesional anheló los viejos tiempos y expresó: “Extraño todo lo que he vivido porque el cariño que expresaban los niños cuando hacíamos las recorridas por el hospital no tiene precio. Agradezco a Dios por haberme permitido vivir esas experiencias y transmitir el amor, la risa y la solidaridad a todos los que me rodeaban”.

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