Diabetes en el Embarazo: Cómo detectarla y reducir riesgos para el bebé y la madre
La referente provincial en el área de diabetes y embarazo, doctora Ana María Tetta Mirabal, se refirió a la enfermedad durante el embarazo, los síntomas a tener en cuenta y el tratamiento que se indica en estos casos.
La diabetes en el embarazo es aquella entidad que se descubre por primera vez en la mamá que no se conocía diabética antes. Esta patología puede aparecer en cualquier embarazada, ya que justamente lo que lleva a aumentar la glucemia son las hormonas del embarazo.
“Es por esto que se debe pesquisar a toda mujer que está embarazada, sobre todo alrededor del quinto mes, o sea entre las semanas 24 y 28, y alrededor del séptimo mes, entre las semanas 31 y 33. Simplemente se hacen dos glucemias en ayunas que deben dar 100 o más o una prueba de tolerancia oral a la glucosa, donde a las dos horas el valor tiene que ser positivo de 140 o más”, refirió la profesional, a la vez que advirtió la diabetes por lo general no da síntomas notorios, por lo que suele pasar totalmente desapercibida.
Comer mucho, bajar de peso, tomar mucha agua, orinar a cada rato, son síntomas que, en palabras de la especialista, no suelen llevar a la consulta a la paciente, por lo cual el médico debe buscar la patología: “Si las pruebas de glucemia están normales en ayunas, se debe hacer la prueba de tolerancia oral a la glucosa, para lo cual la paciente tiene que tener una preparación previa de los días anteriores, una dieta habitual con una actividad física normal, no debe haber cursado ningún proceso infeccioso, ni estar tomando ningún medicamento como corticoides que puedan generar un aumento de la glucemia, es decir que tiene que estar en condiciones estándar”.
El día que la paciente acude a la prueba de tolerancia de glucosa, debe concurrir en ayunas, le extraen una muestra de sangre en las primeras horas de la mañana, se le suministra una carga de glucosa, se queda sentada en el laboratorio por dos horas y transcurrido ese tiempo se le realiza una segunda extracción. “Es importante explicarle a la paciente que una prueba de tolerancia es un estudio simple que consta de dos extracciones, pero que necesita que ella permanezca en reposo porque es muy sensible, entonces una caminata o el tomar líquido e ingerir algún alimento puede modificar el resultado de la segunda toma”, advirtió.
Si se detecta la enfermedad la paciente debe cumplir con un plan terapéutico muy simple, que implica organizar un plan de alimentación, hacer un auto-monitoreo de las glucemias -para lo que se dispone de sensores que les permiten detectar la glucemia durante el día- practicar actividad física de forma reglada de acuerdo a las necesidades y posibilidades de la paciente y si es necesario el uso de insulina.
Las repercusiones de no arribar a un diagnostico a tiempo, si bien es cierto se podrán ver en la madre en unos años, es fundamental evitarlas en el bebé: “Tenemos que buscar que esta mamá se comporte como una embarazada no diabética, sabiendo que la enfermedad está, pero controlada, para que la repercusión fetal o complicaciones sean menores como en cualquier población en general. Si nosotros no la tratamos llegamos a tener niños de cuatro kilos o más, les puede bajar el azúcar al nacer, pueden tener dificultades para respirar, una falta de adaptación al nuevo medio y se puede llegar hasta lo más temible que tratamos de prevenir, que es la muerte perinatal”.