La confianza y la aceptación son clave para la inserción de las personas con tartamudez en la comunidad
En Tucumán funciona desde 2016 el único Consultorio Público de Tartamudez, ubicado en el hospital Avellaneda, además de otros 26 nodos distribuidos en toda la provincia. Un ejemplo de su eficacia es Diego Ramos, un chico de 18 años que tiene esta disfluencia y estudia la carrera de Ingeniería en Sistemas de la Universidad Tecnológica de Tucumán.
Diego asiste al consultorio hace más de un año, todos los martes, y dijo que trabaja con sus compañeros en el consultorio. «Aprendemos a manejar la confianza, la aceptación, las pautas y cómo hacer para poder manejar el habla», expresó.
En la oportunidad, hizo hincapié en la importancia de enseñar a la comunidad sobre este tema para que las personas puedan aportar lo suyo en la aceptación y la inserción de aquellos que tienen esta disfluencia. “Es fundamental que todos sepan qué hacer o cómo actuar cuando interactúan con nosotros. Por ejemplo, es importante no interrumpir, no apurar ni tratar de terminar una frase que estamos expresando. Deben darnos nuestro tiempo”, enfatizó. |
Por último, insistió en que lo más valioso es trabajar en la confianza, no solo en el habla. “Sabemos que tenemos que afianzarnos en muchos aspectos y no únicamente en mejorar la manera de hablar o hacerlo más fluido. Cuando nuestra confianza aumenta, todo mejora”, cerró.
Cómo funciona el Consultorio Público de Tartamudez del hospital Avellaneda
La referente del Consultorio Público de Tartamudez y coordinadora del Programa Provincial de Detección y Abordaje Integral de la Tartamudez, licenciada Lina Almazán, explicó que el consultorio funciona desde el 2016 y que cuentan con 26 nodos en toda la provincia.
La profesional contó que tuvieron el taller mensual de padres que se realiza los martes en el SUM del hospital de 13 a 18 horas, donde se hace talleres para niños, adolescentes, pre-adolescentes, adultos y padres. «Este espacio está destinado a encontrar a la comunidad con tartamudez con el fin de hacer una terapia exitosa compartiendo experiencias».
Almazán explicó que es importante el acompañamiento en la terapia. Además, destacó que la provincia fue la primera en tener un espacio público para la tartamudez: «Hace un año habilitamos 26 nodos en distintos puntos estratégicos en la provincia, debido a la necesidad que se veía, es por eso que buscamos acercarnos a la comunidad».
Finalmente, destacó que este es un año especial donde muchos de los chicos egresaron de la secundaria e ingresan a la universidad. «El abordaje de la tartamudez se va dando de acuerdo con la necesidad del paciente, es por eso que contamos con un equipo interdisciplinario. Tenemos psicólogos y fonoaudiólogos especializados en tartamudez y, en el caso de ser necesario, se realizan derivaciones con otros especialistas», culminó.