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“Hoy conocí a dos héroes de la medicina”

Así lo afirmó el responsable de la cartera Sanitaria, quien tuvo la oportunidad de acompañar a dos médicos de Alta Montaña en su recorrido que generalmente es hecho a caballo y con mucho sacrificio y vocación por su profesión.  

Al respecto, el ministro de Salud, doctor Luis Medina Ruiz, comentó: “La verdad que me he emocionado porque hoy conocí a dos héroes de la medicina, hay que decir que son modelos a seguir. He tenido el gusto de conocer a los doctores Leonardo Guardia, René Bravo Zavaleta y Pablo Robledo el enfermero que también está colaborando en los traslados, la verdad que son modelos a seguir en nuestro sistema de salud”.

Y agregó: “Son patriotas que se acercan a la gente que más lejos está, y llevándole desde leche, vacunas, una escucha, un consejo y la verdad que es muy emocionante, hoy para mí ha sido un excelente día».

“Hemos subido en helicóptero para llevar un paciente y hemos bajado con ellos, pero si nosotros no subíamos, iban a bajar a caballo, ya estaban preparados. Eso marca la diferencia, la vocación de servicio que tiene que tener un personal de salud está acá de manifiesto. Estoy muy orgulloso de ser ministro de ellos, los felicito y agradezco a todos los que trabajan como lo hacen ellos, Tucumán tiene que estar orgulloso de tener médicos como René y Leonardo”, cerró.

Por su parte, el doctor René Bravo Zabaleta, médico Generalista de Familia y quien se desempeña en el Caps de Mala Mala, expresó: “Nosotros somos médicos que tenemos una formación más bien holística, no solamente nuestra formación es médica, también tenemos una formación humana y para poder contener a la comunidad y poder brindarle a la población de Alta Montaña, que tiene características particulares y bien peculiares, los mismos servicios que tiene un efector en Las Talitas o en Villa Mariano Moreno”.

Y añadió: “Las personas que viven allá conocen sus derechos porque nosotros nos encargamos de hacerles saber cuáles son las ofertas que presenta el sistema de salud en Alta Montaña”.

Refiriéndose a cómo es un día de trabajo en Alta Montaña el doctor contó que no tienen un horario definido y son bastante movidos, algunas veces puede haber tranquilidad y de repente aparece una urgencia con alguna situación que requiere el manejo coordinado entre las instituciones del Estado, Alta Montaña con Siprosa, o con Emergentología, con la Dirección Provincial de Aeronáutica o con algunos de los hospitales y tienen que actuar rápido. “El clima te condiciona muchísimo, la forma de trabajo y también la idiosincrasia de la gente, tenés que aprender a respetar ciertos valores, ciertas culturas y adoptarlo”.

El equipo de salud está formado por dos grupos, uno que está en terreno y otro que está acá abajo en lo que sería la base, en lo que es terreno hay dos enfermeros y un agente sanitario. Los que están en la base, hay odontólogos, psicólogos, un trabajador social, oftalmólogos y licenciada en obstetricia.

Por último, el doctor Leonardo Guardia, médico generalista y oftalmólogo, detalló que hace 10 años presta servicio en Alta Montaña. “Normalmente estoy en el Caps de Anca Juli, ahora acompañé al doctor René para hacer un operativo exclusivamente oftalmológico en la escuela de Mala Mala”.

“Mi padre trabajaba en Alta Montaña y yo quise seguir sus pasos ya que me gusta la montaña, el trabajo rural comunitario, y poder llegar a donde no llega nada ni nadie. La práctica médica es diferente a la de la ciudad, sos más que un médico, aquí se contiene la familia por ahí no sólo desde una parte médica sino una parte humana”, resaltó.

“Estamos muy presentes con el tema de los familiares muchas veces las consultas no son presenciales porque viene la hija y consultar a distancia referente a lo que le está pasando a algún familiar que está en casa porque no puede trasladarse debido a las grandes distancias que significan hasta 6 u 8 horas a caballo hasta llegar al caps”, afirmó.

 Consultado por su forma de traslado, el doctor Leonardo detalló que la carga mayor es a la ida ya que se debe llevar todo porque hace mucho frío y lo fundamental es bolsa de dormir, abrigo y agua porque no hay agua potable en esas zonas. “Nosotros subimos a caballo entre cuatro a cinco horas a por tramos y dependiendo del clima también hemos llegado a hacer viajes de 13 horas cuando hay ríos crecidos y la lluvia nos sorprende en el camino, también hay oportunidades en las que hay que decidir qué vamos a hacer ya que nos hemos quedado varados muchas veces debido a las crecientes, generalmente estamos condicionados por el clima”, finalizó.  

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