Con la creación del Instituto Nacional, el control del cáncer es una política de Estado
La creación hace cinco años del Instituto Nacional de Cáncer permitió que el Estado tome el toro por las astas en materia de prevención y tratamiento de la enfermedad, creando una red nacional de servicios para una mejor calidad de vida de los pacientes que lo padecen.
«A partir de la decisión de la Presidenta de crear el Instituto Nacional del Cáncer (INC) en el año 2010, el control y tratamiento del cáncer en la Argentina son una política de Estado», sostuvo el ministro de Salud de la Nación Juan Manzur en vísperas del Día Mundial contra el Cáncer que se conmemora mañana.
«Con un presupuesto asignado al INC que el Gobierno nacional ha incrementado año a año, demostramos el fuerte compromiso con esta política de Estado que sostiene a la problemática del cáncer en la agenda sanitaria de los argentinos», agregó el titular de la cartera sanitaria.
Con una mirada al futuro, Manzur se declaró convencido de que «los resultados que obtengamos en los próximos años serán producto de la visión, aplicación y sostenimiento de acciones que fomenten los estilos de vida saludables y garanticen la detección temprana y acceso a tratamientos oportunos para las personas que tengan cáncer».
Hábitos saludables
Mañana el INC se sumará a la campaña «A nuestro alcance» impulsada por la Unión Internacional para el Control del Cáncer (UICC) para que sea una jornada de concientización frente a una enfermedad que causa la muerte de 8,2 millones de personas en todo el mundo. La campaña está focalizada en la implementación de hábitos saludables, detección temprana, acceso a tratamientos y calidad de vida.
Al referirse a los ejes de esta campaña el ministro afirmó que «el cáncer es una enfermedad en algunos casos prevenible con la adopción de estilos de vida saludables, y gracias a la batería de recursos disponibles como las vacunas gratuitas contra el VPH y la hepatitis B y los diferentes tratamientos oportunos que ofrecen los hospitales públicos”, explicó. En ese sentido sostuvo que “la mortalidad por cáncer en el país puede disminuir, así como también es posible asegurar una mejor sobrevida a las personas que lo padecen», resaltó.
«La sinergia con otras políticas sanitarias del Ministerio a mi cargo, como las que desalientan el consumo de tabaco y alcohol y promocionan la alimentación saludable y la actividad física, es un factor que sumado a las acciones tendientes a promover la detección temprana de los cánceres más frecuentes nos permitirá a mediano plazo disminuir la muerte de alrededor de 60 mil personas por año en Argentina», destacó Manzur.
Sobrevida
«Hay cánceres que antes no podían ser curados y ahora tienden, si no a la curación a un cambio radical en la sobrevida del paciente», afirmó Daniel Gómez, director del INC.
En el país, los cánceres con mayor prevalencia y mortalidad son el cervicouterino, el de mama y el colorrectal. Los tres son tumores sobre los que se puede actuar para evitar muertes prematuras utilizando técnicas de tamizaje, que son controles sobre población asintomática para detectar la enfermedad de forma temprana, lo que aumenta las posibilidades de tratamiento y cura, en algunos casos hasta en un 90 por ciento.
El Instituto Nacional del Cáncer: programas y estrategias
Desde su creación, en septiembre de 2010, el Instituto Nacional del Cáncer (INC) centraliza la implementación de políticas destinadas a la prevención y control del cáncer en la Argentina.
El INC lleva adelante acciones de prevención; de estímulo a la investigación y a la formación de recursos humanos y de los diversos programas específicos como el de cáncer de mama, el de cáncer cérvico-uterino, el de colorrectal y el de tumores hereditarios. Además, a través de la Coordinación de Cuidados Paliativos, trabaja en colaboración con distintos organismos nacionales para mejorar la disponibilidad y el acceso a opiodes (medicamentos para aliviar el dolor).
¿Qué es el cáncer?
Se trata de un grupo de enfermedades que pueden afectar a cualquier parte del cuerpo. Comienza con la modificación de una sola célula, generada de manera espontánea –sin causa– por un agente externo o por factores genéticos hereditarios, y se manifiesta a través del desarrollo de un tumor.
En los tumores benignos, no cancerosos, las células que los forman no se expanden a otras partes del cuerpo, lo que permite extirparlos y, en la mayoría de los casos, no vuelven a generarse. En los tumores malignos, o cancerosos, las células que los forman se comportan de manera anormal, se dividen sin control u orden, pudiendo invadir y destruir el tejido que se encuentra a su alrededor y/o ingresar al torrente sanguíneo o al sistema linfático.
El factor hereditario que incide en un pequeño porcentaje (entre el 5 y el 10%) en el total de los casos de cáncer.