Fiestas de Fin de Año: Consejos para cuidar la salud emocional y recomendaciones para manejar los balances de año y el manejo de la ansiedad
El cierre de un año calendario, junto con las festividades, a pesar de ser momentos llenos de alegría, a menudo se ven acompañados de tensiones y angustias de diversa índole. De hecho, el estrés, puede tener un impacto significativo en nuestra salud física y mental durante el último mes del año.
Sobre esto, Laura Madagán, psicóloga del Caps San Martín contó que la época de las fiestas suelen ser momentos de reflexión, donde las personas realizan un balance de todos sus logros y lo que se habían propuesto lograr durante ese año y sobre eso define si fue o no un buen año.
“Muchas veces las metas se nos vencen, y no nos permiten alcanzar lo que nos habíamos propuesto, es por ello que llegamos a sentir una gran presión por alcanzar esos objetivos, algo que no es bueno para la estabilidad emocional. Por otro lado, las fiestas nos movilizan mucho emocionalmente y nos lleva a tratar de encontrarnos con las familias, y no siempre tenemos las familias esperadas o ideales, es por ello que se produce una especie de tensión intrafamiliar ya que nos sentimos presionados por encontrarnos con nuestro grupo familiar”, detalló.
Siguiendo esta línea, la psicóloga explicó que la persona en su ideal por llegar a ese balance sufre mucha presión, estrés y sobre exigencias las cuales se ven reflejadas tanto física como mentalmente mostrando ciertas conductas.
“La presión puede hacer que las personas tengan algún tipo de patologías cardíacas como: hipertensión o arritmias, ya que somatiza toda esa situación. También en estas épocas se producen muchos accidentes domésticos, de tránsito por la inquietud y necesidad de cumplir con muchos programas superpuestos”, enfatizó.
Asimismo, la profesional recomendó mantener la conexión con las necesidades del cuerpo, cuidar el descanso, la alimentación, el ejercicio, reconocer los afectos que genera cada situación, por ejemplo, si el encuentro con alguna persona genera alegría, entusiasmo esa vinculo se debería priorizar. Por lo contrario, si genera angustia, frustración, miedo, incertidumbre, se debe considerar de otra manera.
Sobre la ansiedad, la referente hizo hincapié en que se debe hacer el esfuerzo de diferenciar lo que es la angustia, la preocupación, la aflicción, con la ansiedad que no son lo mismo.
Madagán, explicó que: “El apuro, la necesidad de cumplir con objetivos que ya no son posibles, la impotencia, son efectos diferentes y a todos juntos los llamamos ansiedad. Es por eso que, la idea es que podamos priorizarnos a nosotros mismos, comenzando por ejemplo con ¿Qué aspectos de la vida nos hacen bien?, con el objetivo de que cada uno encuentra su eje en la vida y cuidarlo”.
“Otra de las recomendaciones es la terapia, el tratamiento, la charla constante ya que el tratamiento psicológico aporta un momento de reflexión sobre cómo nos estamos comportando, cómo nos estamos sintiendo ante la vorágine del día a día, de las actividades que todos tenemos, el momento la terapia permite eso, detenernos y pensar cómo nos estamos parando en el mundo”, cerró.