Ataque Cerebrovascular: Conocé sus síntomas y cómo actuar ante ellos
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El jefe de la Unidad de ACV del Hospital Padilla, doctor Jerónimo Cossio, definió al ataque cerebrovascular, más que como una enfermedad, como un serio problema de salud que representa la primera causa de discapacidad permanente en adultos y la segunda o tercera causa de muerte en el mundo. Al tiempo brindó información para sospechar del cuadro y los pasos a seguir ante una emergencia de este tipo.
“Su incidencia y prevalencia se encuentra apenas por debajo de la de la enfermedad coronaria. Se estima que al menos una de cada cuatro personas va a sufrir un ACV en su vida, con índices de mortalidad cercanos al 30%, pero lo que más caracteriza al ataque cerebrovascular es el gran impacto en la calidad de vida de aquellas personas que lo sobreviven, ya que el 90% sufren secuelas y de ellas un 50% muy marcadas, generando dependencia de otras personas para poder llevar a cabo las actividades básicas de la vida diaria”, sostuvo el especialista.
Cossio aclaró que hace años se habla de ataque y no de accidente cerebrovascular, debido a que se trata de una patología sumamente evitable: “El 95% de los ataques cerebrovasculares se producen por una exposición durante mucho tiempo a factores de riesgo cardiovasculares como hipertensión, diabetes, tabaquismo, sobrepeso, obesidad y sedentarismo; de manera que si nosotros corregimos aquellos factores evitaríamos el 85% de los casos, pasando de ser un escenario muy frecuente a uno bastante más controlado”.
Un ACV se produce cuando una arteria del cerebro se ocluye y por ende el órgano pierde la irrigación en una de sus partes, o cuando una arteria del cerebro se rompe y genera un sangrado o un coágulo en su interior: “El primer caso representa alrededor del 80 al 85% y el segundo entre un 15 a un 20%, pero, independientemente de cuál ha sido el tipo de ACV, siempre debe sospecharse ante todo cuadro neurológico que se instala súbitamente y más cuando el paciente tiene síntomas como pérdida de la fuerza y del movimiento en un lado del cuerpo, pérdida de la sensibilidad, asimetría facial, trastornos en el lenguaje y/o en la comprensión o un dolor de cabeza muy fuerte que se instala de repente”.
Ante esta serie de síntomas se debe llamar inmediatamente a la ambulancia del 107 y avisar a la persona que recibe la llamada que puede tratarse de un ataque cerebrovascular. El recepcionista del 107 puede llegar a un diagnóstico bastante acertado y enviar inmediatamente un móvil con personal entrenado en el reconocimiento de los síntomas, que traslade al paciente a un centro con capacidad resolutiva. En el sistema público ese centro es el Hospital Padilla.
El ACV es, ante todo, una patología tiempo-dependiente, es decir que mientras más se demore en actuar, menor es la probabilidad de obtener buenos resultados: “Es muy común que en la población exista cierto desconocimiento sobre la patología y que se piense que a lo mejor es un problema de presión arterial y se mediquen para eso, lo cual es totalmente contraproducente. Otras veces los síntomas no son muy marcados y los pacientes apelan a que durmiendo puedan mejorar o esperar que pasen las horas y eso empeora el cuadro”.
“Existe cierto desconocimiento sobre los síntomas de un ACV y cómo actuar adecuadamente, por eso repetimos cuáles son los síntomas y la importancia de llamar urgente al sistema de emergencia médica 107, para que el paciente sea atendido de manera adecuada y lo más rápido posible”, concluyó.