Jornada por el segundo aniversario del Servicio de Atención Integral al Paciente Sordo

Bajo los lineamientos del ministro de Salud Pública, doctor Luis Medina Ruiz, se llevó a cabo en el predio de ATSA la jornada interinstitucional ‘Con el corazón y la camiseta puesta’, en el marco del segundo aniversario del Servicio de Atención Integral al Paciente Sordo, Hipoacúsico y su Grupo Familiar, organizada por el Hospital Nuestra Señora del Carmen, bajo la gestión de su directora, doctora Cecilia Silvan, y la subdirectora, doctora María Teresa Jiménez.
La actividad reunió a adolescentes sordos de entre 12 y 16 años y promovió la integración mediante el deporte, con partidos de fútbol, una hamburguesada compartida y la entrega de diplomas y medallas, en una experiencia conjunta con instituciones educativas, sociales y deportivas, que apostaron por la contención, la inclusión y el respeto por las diferencias.
En relación con la conmemoración, la licenciada Guadalupe Martín, encargada del servicio, explicó que celebraron el segundo año de funcionamiento del dispositivo y que, por tal motivo, organizaron una jornada interinstitucional con la participación de diversas instituciones, entre ellas, la Dirección de Educación Especial, la Asociación Tucumana de Sordos, la Escuela Próspero García y el DCI Belgrano.
En este sentido, la profesional informó sobre el origen del proyecto y relató una experiencia significativa con uno de los pacientes: «Uno de los adolescentes sordos que asiste al servicio y vive en el DCI Belgrano comenzó a ser acompañado por el equipo a la cancha de Atlético. A partir de esa experiencia, surgieron las ganas de articular todas las instituciones que él transita: el hogar, la escuela y su club deportivo. Pensamos un proyecto que los integrara a todos y que permitiera a él y a sus compañeros ver reflejado el trabajo que hacemos como equipo interdisciplinario”.
Por otro lado, respecto a la dinámica de participación, la referente detalló que participaron tres equipos: uno conformado por adolescentes sordos de la Escuela Próspero García, otro del DCI Belgrano y un tercero del Club Atlético Tucumán. Señaló que se jugaron partidos en piso, organizados con un fixture rotativo para garantizar la inclusión, y el objetivo no fue la competencia, sino la generación de lazos y el compartir entre todos.
Consultada por los objetivos de la jornada, Martín destacó la importancia del enfoque inclusivo: “Desde el Ministerio de Salud trabajamos con usuarios, no con sus alumnos como en otras instituciones. Nuestro objetivo es garantizar la accesibilidad, generar espacios donde el paciente se sienta confortable y contenido, y fortalecer capacidades”.
Siguiendo esta línea, se refirió a los beneficios de la propuesta y añadió que el deporte les permite trabajar capacidades cognitivas, psicomotricidad, lazo social, empatía y sentido de pertenencia. Además, destacó que los adolescentes compartieron con pares en distintas situaciones de vida y lograron transmitir sus fortalezas, generando una sensibilización muy valiosa entre los jóvenes del club.
A propósito de la experiencia vivida, compartió que se generaron momentos muy emotivos, con intercambio de camisetas, interés por aprender lengua de señas y un fuerte deseo de comunicación entre los adolescentes. Señaló que fue un verdadero encuentro de integración y destacó que el hecho de que los chicos pidieran aprender lengua de señas en ese mismo momento evidencia el impacto que tuvo el intercambio.
En ese sentido, anticipó un resultado muy significativo del encuentro: «Uno de los adolescentes sordos fue convocado por el equipo de fútbol adaptado del club. Esta posibilidad nos llena de orgullo porque demuestra que estas acciones transforman vidas y abren caminos para los pacientes, incluso a un nivel deportivo con mayor profesionalismo”.
Sobre la organización y logística, informó: “La jornada incluyó partidos, una hamburguesada compartida y la entrega de diplomas y medallas. Los partidos se organizaron de forma que todos pudieran jugar entre todos, para que no hubiera desnivel. Se trabajó previamente con los juveniles del club para sensibilizar sobre la propuesta y preparar el encuentro”.
“El servicio está conformado por la licenciada Gabriela Piccinetti (trabajadora social), la doctora Celeste Calamandrei (psiquiatra), la doctora Mercedes González (clínica médica), la profesora Dolores Robles (teatro), la profesora Alexia Jibilisco (gimnasia), quien organizó toda la jornada, y yo, que soy psicóloga”.
Por último, agradeció a quienes hicieron posible la actividad y subrayó la articulación como clave: “Acompañaron la Dirección de Educación Especial, la Asociación Tucumana de Sordos con su comisión directiva, la Escuela Próspero García representada por sus directoras Andrea Andrada, Mónica Elizabeth Barcos y la licenciada Mariela Cancino, y la directora de Educación Especial, Viviana Nazir. También colaboraron los directores del DCI Belgrano, directora Luciana Correa y subdirector Juan córdoba, además de Bruno Chein y el espacio Juntarnos, que realizó donaciones”.
También enfatizó el cumplimiento de la normativa y el rol del hospital: “Esto es lo que la ley nos indica: garantizar accesibilidad. Y el hospital y el Ministerio están dando respuesta. Este trabajo requiere formación, compromiso, profesionalismo y corazón”.
Finalmente, remarcó que el acompañamiento es un trabajo permanente, tanto dentro como fuera del hospital, que abarca lo físico y lo emocional. Señaló además que el proyecto fue posible gracias a la planificación, articulación y compromiso del equipo, con el respaldo de los directivos del Ministerio.