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Día Mundial del Síndrome de Tourette: señales de alerta y el rol de la salud pública en su detección temprana

En el marco de este día, el Ministerio de Salud Pública, a cargo del doctor Luis Medina Ruiz, impulsa acciones de concientización para promover el diagnóstico temprano y el acompañamiento integral a los pacientes. La doctora Daniela Graci, neuróloga del Hospital Avellaneda, brindó información clave sobre los síntomas de este trastorno neurológico crónico que suele manifestarse en la infancia a través de movimientos y vocalizaciones involuntarias denominadas tics.

En ese marco, la doctora Daniela Graci, neuróloga y coordinadora de la Unidad de Epilepsia y Trastornos del Sueño del Hospital Avellaneda, explicó en qué consiste este síndrome y cuándo es necesario consultar con un especialista: “El síndrome se manifiesta a través de tics, que son movimientos estereotipados e involuntarios. Suelen agravarse en momentos de estrés y mantenerse a lo largo del tiempo”.

Sobre los síntomas que deben generar atención, la profesional subrayó que es importante consultar cuando los tics incluyen vocalizaciones o sonidos, se mantienen incluso en reposo y se combinan con otros movimientos involuntarios como el cierre simultáneo de párpados o sacudidas en brazos y manos.

Asimismo, explicó que este trastorno puede interferir con la vida cotidiana: “Otra señal de alerta es que los tics generen dolor o afecten las actividades diarias, especialmente si la persona no puede controlarlos con técnicas de relajación. También es importante prestar atención a casos de coprolalia, que es la emisión involuntaria de palabras inapropiadas u obscenas”.

Por otra parte, hizo hincapié en que el síndrome suele presentarse junto a otros trastornos, como el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), el déficit de atención con hiperactividad (TDAH), la depresión o los problemas de sueño, los cuales también deben ser considerados como indicadores relevantes.

En cuanto al momento de aparición, explicó que el síndrome suele manifestarse en la infancia, entre los 6 y los 16 años, aunque también puede detectarse en otras etapas de la vida. Además, destacó que se trata de una enfermedad hereditaria, con antecedentes familiares frecuentes. “Es dos a tres veces más común en varones que en mujeres”, precisó.

Respecto al tratamiento, la neuróloga señaló que, si bien el síndrome no tiene cura, existen intervenciones eficaces: “No se puede eliminar del todo porque tiene causas genéticas, pero sí podemos controlar los síntomas con medicamentos, terapias y acompañamiento profesional”.

Con respecto a la atención en el sistema público, Graci indicó que el hospital Avellaneda tiene experiencia en el abordaje de este diagnóstico y que, en los últimos diez años, se ha registrado un promedio de dos pacientes por año. Sin embargo, aclaró que en Argentina todavía no existen estadísticas oficiales sobre la prevalencia del síndrome.

A nivel global, se estima que el síndrome de Tourette afecta a 1 de cada 1.000 niños, lo que refuerza la necesidad de estar atentos a los primeros signos y acceder a un diagnóstico temprano.

Finalmente, desde el Ministerio de Salud Pública se recuerda que ante cualquier síntoma compatible, es fundamental consultar con un profesional. Estas acciones de concientización se realizan siguiendo los lineamientos del titular de la cartera sanitaria, doctor Luis Medina Ruiz, con el compromiso de garantizar el derecho a la salud, la inclusión y el acompañamiento de todos los pacientes y sus familias.