“Siempre que haya voluntad y ganas, se puede mejorar la calidad de vida”
Fueron las palabras de la nutricionista del CAPS Costanera Norte, María Emilia Jarma, quien comentó la fuerte labor que en el servicio se viene realizando, con el objetivo de enseñar e incorporar hábitos saludables en la vida de la población.
De esta manera, Cecilia y Rita Figueroa compartieron su experiencia, por medio de la cual ya bajaron 10 y 14 kilos respectivamente y rescataron la importancia de los talleres de cocina, alimentación saludable y actividad física que en el efector se llevaron a cabo a lo largo de 2013.
Cecilia del Valle Figueroa tiene 29 años y comentó que empezó a sentirse incómoda con su peso a partir del nacimiento de su bebé. “Quedé con sobrepeso y a través de la ginecóloga fui derivada a la nutricionista, como no podía hacer dieta porque mi hija estaba en período de lactancia, lo que aprendí es que debía reducir las porciones y hacer ejercicio”, afirmó.
En la actualidad Cecilia lleva 8 meses en tratamiento y se siente mucho más saludable, ya que a lo largo de ese tiempo incorporó hábitos que lograron cambiar su forma de vida. “Como con mi nena tan pequeña no podía hacer mucho ejercicio, caminaba alrededor de mi casa o a los lugares que tenía que ir con mi bebé porque era la única forma de ejercitarme”, explicó.
Por su parte Rita Figueroa de 27 años, expresó que fue su hermana quien la puso en contacto con el servicio ya que tenía problemas de sobrepeso y se encontraba a tan solo 1,600 kilos de cruzar la barrera de los 100 kilogramos; lo que la llevó a tener problemas para caminar, dolor de rodillas y cintura.
“Cuando llegué a la nutricionista, lo primero que me corrigió es el hábito del consumo de alimentos a destiempo, antes no respetaba horarios para comer, no desayunaba, no medía las porciones” contó Rita, al tiempo que agregó que “aquí empecé a llevar un inventario de lo que comía, aumenté el consumo de verduras y eso llevó a que descienda de peso y me sentí mucho mejor porque vi resultados que me hacen muy feliz y me dan ganas de seguir adelante”.
Rita lleva 6 meses en tratamiento y tomó conciencia de que “si ahora que soy joven no me cuido, el día de mañana tendré dificultades y problemas de salud por causa de la mala alimentación y el sedentarismo”.
Siguiendo esta línea, ambas comentaron que en su casa parte de la familia presenta sobrepeso y que tratan de influir en los hábitos del hogar para que cambien, los otros pacientes de los talleres también actúan como agentes de cambio en sus casas y esto repercute positivamente.
Jarma, nutricionista del CAPS, especificó que se empezó con un grupo de pacientes obesos de la zona, con los que se emprendió un trabajo con talleres de cocina, enseñándole a los pacientes lo que pueden cocinar para adaptar la alimentación propia de cada casa, a su alimentación diaria. En estos talleres también se hizo hincapié en la actividad física, se realizaron charlas sobre tabaquismo y enfermedades crónicas no transmisibles; lo cual es fundamental para modificar hábitos.
Cabe destacar que en esta labor ejerce una fuerte ayuda la Campaña 100.000 Corazones y que también hay cooperación con Mercofrut, con quienes se logró convenir una compra mensual de verduras para ayudar a la comunidad involucrada en los talleres.
El consultorio de nutrición está al servicio de la comunidad de lunes a viernes (los días lunes únicamente por la tarde) y que se pueden obtener turnos a partir de las 7 horas de la mañana. Además el CAPS cuenta con la atención de un equipo interdisciplinario que incluye clínica y endocrinología, entre otras especialidades.