Funciones del Centro de Rehabilitación para Personas con Baja Visión
Administración: realiza tareas inherentes a la recepción de pacientes y asignación de turnos en las agendas de los profesionales, controla las asistencias de todo el personal, eleva novedades y toda documentación relacionada al área de personal del PRIS, además de gestionar la adquisición de todos los elementos que el Centro requiera, y colaborar en la confección de informes que sean requeridos.
Oftalmología: toma conocimiento de la historia clínica, solicita estudios complementarios, orienta al paciente sobre su diagnóstico y pronóstico, y prescribe ayudas ópticas en caso de ser necesarias.
Rehabilitación visual: entrena al paciente en el uso óptimo de su visión y lo ayuda a desarrollar otras habilidades a través en el manejo de ayudas ópticas y no ópticas.
Movilidad y Orientación: procura que el paciente adquiera técnicas que le posibiliten autonomía, seguridad y confianza en sí mismo, a fin de brindarle la mayor independencia posible al momento de trasladarse de un lugar a otro.
Terapia ocupacional: posibilita que los pacientes alcancen una mejor ejecución de sus acciones cotidianas, potenciando todos sus sentidos e incorporando nuevas habilidades que le permitan una mayor autonomía en su cuidado personal, labores dentro y fuera del hogar, actividades sociales, entre otros.
Actividad física adaptada: estimula al paciente para la realización de actividades físicas acorde a sus necesidades e intereses, previa evaluación de las capacidades físicas y funcionales y de su reconocimiento del esquema corporal.
Psicología: genera un ámbito de contención para el paciente con baja visión y su familia, y ayuda al paciente a obtener una mejor calidad de vida contribuyendo a recuperar su autoestima y su reinserción en la sociedad.
Trabajo social: desarrolla distintas estrategias para la integración y reintegración de la persona con baja visión a su medio familiar y social.