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Una de las causas de muertes en niños

cardiopatias congenitas

Las cardiopatías congénitas son problemas en la estructura y funcionamiento del corazón debido a un desarrollo anormal del mismo antes de nacer. Se trata de la anomalía congénita más común y la primera causa de muerte en el primer año de vida. Muchos de los defectos producidos necesitan de un seguimiento cuidadoso a lo largo de la vida, algunos se curan y otros necesitan de un tratamiento. La prevención y detección temprana es clave.

En el país, el 46% de los chicos con cardiopatías congénitas no tienen cobertura social, y es por eso que en 2010 el Ministerio de Salud de la Nación creó el programa Sumar por el cual se financian todas las cirugías, los estudios diagnósticos y los traslados de menores de 6 años con malformaciones congénitas del corazón.

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El Programa Nacional de Cardiopatías Congénitas se ejecuta a través de una red de 17 hospitales públicos ubicados en diferentes regiones, lo que evita los traslados y el desarraigo. A través del Programa SUMAR (la ampliación del Plan Nacer), en abril de 2010 el Ministerio de Salud de la Nación comenzó a financiar todas las cirugías, estudios diagnósticos y traslados de niños menores de 6 años con malformaciones congénitas del corazón que requieren una cirugía de alta complejidad, operatoria que el año pasado se amplió a los adolescentes de 19 años de edad que requirieron esas prácticas. Desde la puesta en marcha de esta iniciativa, fueron operados 5.851 chicos y adolescentes.

 
Los síntomas dependen de la afección específica de que se trate. Aunque las cardiopatías congénitas están presentes al momento de nacer pueden no ser visibles inmediatamente ni causar problemas durante años. El tratamiento adecuado depende de qué tipo de cardiopatía se trate. Algunas se tratan solo con medicamentos mientras que otras requieren de cirugías.
En cuanto a la prevención, es muy importante durante el embarazo: evitar el consumo de alcohol y drogas, no ingerir ningún medicamento que no esté indicado por el médico, realizarse un examen de sangre para detectar la inmunidad contra la rubéola, controlar el nivel de azúcar en sangre especialmente en las embarazadas con diabetes y realizarse las ecografías periódicas para detectar cualquier problema.