Día Internacional de la Audición
Hoy 3 de marzo se celebra el Día Internacional de la Audición. Cada año se pretende concientizar sobre la importancia de cuidarse los oídos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más de 360 millones de personas, 32 millones de ellas menores de 15 años, no oyen bien.
Cada parte del oído cumple una función esencial en la transmisión de la información del sonido al cerebro. La pérdida auditiva se produce como consecuencia del deterioro de una o varias partes del oído. Más de 300 millones de personas en todo el mundo, padecen una pérdida auditiva discapacitante y miles podrían haber evitado esta afección.
Una de las principales causas de la pérdida de audición está relacionada con la edad; Es importante saber que perder la audición es parte natural del envejecimiento. Entre los 30 a 40 años de edad, las células ciliadas en el oído interno comienzan a morir. Entre los 60 a 65 años, cerca del 30% de la población presenta una pérdida auditiva que es lo suficientemente significativa como para afectar su habilidad de escuchar sonidos cotidianos como el habla. En las personas más jóvenes pueden ser un problema las infecciones de oído no tratadas, cuyo síntoma más frecuente es la supuración del oído.
También pueden afectar el oído la exposición a ruidos en casa y en los lugares de trabajo. Cierto tipo de ocupaciones tales como trabajadores industriales, músicos, bomberos, oficiales de policía y trabajadores de construcción, pasan gran parte del tiempo expuestos a altos y prolongados niveles de ruido. Todos los días uno está expuesto a ruido en su hogar debido al uso de secadores de pelo, aspiradoras, reproductores MP3, parlantes, auriculares, cortadoras de césped y más.
Pero pueden influir otras causas como infecciones de oído, ciertos medicamentos, herencia o lesiones físicas, también algunas enfermedades infecciosas prevenibles mediante vacunación, como la rubéola, la meningitis, el sarampión o las paperas pueden jugar un papel en la pérdida auditiva.
Detectar precozmente es muy importante. En algunos casos, pasa demasiado tiempo desde que la persona se da cuenta de que no oye bien hasta que decide ir al médico. Cuanto más tarde se diagnostica, mayor es la pérdida auditiva, e incluso más difícil resulta prevenirla y acostumbrarse después a las ayudas auditivas. Por este motivo, es importante estar atentos a los síntomas:
- Dificultad para seguir una conversación tranquila con alguien
- No entender lo que dice la persona con la que hablamos cuando hay conversaciones cruzadas o ambiente ruidoso
- Tener dificultades para oír la televisión y tener tendencia a ponerla alta
- No oír sonidos como el canto de los pájaros, las voces bajas, el timbre o el teléfono.
- Pedir frecuentemente a las personas que repitan las cosas.
- Tener que leer los labios de las personas que hablan.
- Necesidad de concentración para oír a alguien hablar o susurrar.
La pérdida auditiva va de leve a media, grave y profunda. No espere a que los síntomas se agudicen. Concurra a su centro asistencial u hospital más cercano para recibir la atención médica adecuada.