Se celebra hoy el Día Nacional de Ayuda a la Persona con Autismo
El 25 de agosto ha sido declarado como Día Nacional de Ayuda a la Persona Autista en la Argentina para conmemorar la creación de la Asociación Argentina de Padres de Autistas (APADEA) en 1994 que reúne a las familias para ofrecer orientación, asesoramiento e información, junto a un equipo de profesionales, especialistas e investigadores.
Esta conmemoración tiene como principal propósito concientizar a la sociedad sobre la importancia de ser parte activa en la integración de las personas que presentan esta condición. El Sistema de Salud cuenta con servicios que se dedican al autismo, con psicólogos distribuidos en diferentes efectores.
El autismo es un grupo de trastornos que afectan la habilidad para interactuar y comunicarse socialmente. Puede o no también estar acompañado por algún retraso intelectual. Su diagnóstico se dificulta por la falta de un examen médico que pudiera confirmarlo. Sin embargo suele detectarse alrededor de los 18 meses de edad evaluando la conducta y el desarrollo del niño.
Las intervenciones tempranas de conducta, cognición y habla pueden ayudar a los niños con autismo a ganar habilidades de autocuidado, sociales y comunicativas. En la provincia el Hospital Nicolás Avellaneda cuenta con un Servicio de Autismo, que tiene como objetivo realizar un diagnóstico certero de los pacientes y así brindarles un tratamiento adecuado. Además, el Hospital Eva Perón inició este año el proceso de diagnóstico.
En lo que respecta al primer nivel de atención, en el Sistema de Salud Público se realizan controles a niños de 0 a 6 años. Estos permiten comparar logros esperados desde el punto de vista social, emocional y motor, con alguna desviación. Si esto se comprueba, se enfoca en ese paciente y si no cambia durante cierto tiempo, se lo deriva a otro nivel y se continúa con su estimulación.
Está demostrado científicamente que una detección temprana y un diagnóstico adecuado posibilita un abordaje específico por un equipo interdisciplinario, propiciando así una mayor accesibilidad, un mejor pronóstico e inserción social de las personas que presentan esta condición.
Los niños con autismo tienen derechos, como cualquier otro, a vivir en un ambiente comunitario, familiar y saludable, sin discriminación. Es decir, a ser escuchados, respetar sus emociones y deseos, recibir atención sanitaria que potencie y fomente sus posibilidades de desarrollo.