Luego de 15 años, Victoria se reencontró con la persona que le salvó la vida
Victoria tiene 16 años. Al año y 7 meses de vida su mamá la llevó de urgencia al hospital del Niño Jesús porque no despertaba. Allí le detectaron una mala formación arteria venosa cerebral. Fue entonces cuando la institución la derivó a Buenos Aires, donde conoció a quien le salvó la vida. Se trata del neurólogo Pedro Lylyk, quien hoy visitó Tucumán.
El especialista reconocido a nivel internacional está en la provincia en el marco del lanzamiento del Programa Provincial de Accidente Cerebro Vascular, impulsado por la ministra de Salud Pública, doctora Rossana Chahla. Durante las actividades programadas recorrió la exposición de cerebro en plaza Independencia, fue allí donde lo esperaba una grata sorpresa, como fue encontrar a la dulce Victoria, hoy ya toda una adolescente.
La joven estaba junto a sus padres, muy conmovidos y emocionados por tener en frente al doctor que le permitió tener con vida a su adorada Victoria. LyLyk no dudó ni un segundo en recordar la historia de aquella bebé que fue entregada en sus brazos hace 15 años para que la operara.
“Estas son las cosas que nos emocionan como médico, poder ver el fruto de nuestro trabajo. Ella era una chiquita que tenía una mala formación importante en la mitad del cerebro, que se llama Aneurisma de la Vena de Galeno, y ahora la veo aquí que está intacta y bien”, expresó el especialista, emocionado por el reencuentro.
Siguiendo esta línea, Lylyk remarcó: “La medicina tiene algunas cosas que nos alimentan el alma. Esto es muy emocionante. Uno viaja por el mundo y cada tanto se encuentra con semillas que va sembrando. Es una satisfacción enorme poder verla caminando y que esté como está. En aquel entonces no pensaba que podía tener este final feliz”.
En otro tramo, el especialista dio estadísticas sobre el caso: “La mortalidad de esta enfermedad era más del 90 %, en aquellos tiempos sobrevivían solo 10, Ahora con nuevas técnicas es al revés; sobreviven un 90. Son casos muy frecuentes que nos dejan muchas enseñanzas pero el cambio de la medicina es primordial. Antes se le abría toda la cabeza para curarla; ahora con una simple incisión en la pierna tenemos este resultado”.
En tanto la mamá, Silvia Sosa, contó con lágrimas en los ojos: “Victoria estaba durmiendo, yo fui a despertarla y no pude. La levanté, la llevé al hospital directamente y la pusieron en terapia. Allí le descubre el doctor Ricardo Audad una mala formación y la traslada al hospital Gutiérrez. Luego la atendió el doctor Lylyk. Todo costeado por Nación. Fue un milagro considerado lo grave que estaba mi hija”.
Siguiendo este relato, Silvia dijo: “Cuando le entregué a mi hija en sus brazos al doctor y le pregunté si la iba a cuidar, él me abrazó y me dijo ‘no me pidas a mí’. Me llevó hasta donde tenía un Cristo Redentor y me expresó: ‘este a mí no me abandona y hoy no lo hará con Victoria’”.
Por su parte, la adolecente aún conmovida por conocer a su ángel, lanzó tímidamente: “El doctor siempre me ha cuidado del dolor de cabeza. Nunca me pasó nada malo porque él me curó cuando era bebé y estaba conmigo todo el tiempo. Ahora mi vida es normal y tranquila. Yo hago telas, matemáticas, teatro y bailo tango. Me siento feliz”, dijo la paciente “Victoriosa”.
