El hospital Padilla trabaja en la evaluación deglutoria de sus pacientes
Es el único centro de salud en Tucumán que brinda este servicio, tanto en la parte pública como privada.
El estudio fibroendoscópico de la deglución está indicado para todos los pacientes que tienen disfagia orofaríngea, una patología que sufre el ocho por ciento de la población. Se trata de un análisis que permite hacer diagnóstico y prevención en los pacientes internados o en condición ambulatoria.
“En el Servicio de Otorrinolaringología estamos trabajando hace meses para la evaluación deglutoria de los pacientes internados en el hospital. Hay muchos pacientes con patologías neurológicas porque somos un efector de referencia para neurotrauma. Estudiamos así la disfagia orofaríngea, que es el problema que tienen las personas para llevar el alimento que tienen en la boca hacia el tubo digestivo. Esto genera muchos inconvenientes, desde deshidratación, desnutrición, incluso cuadros respiratorios que es lo que tratamos con este estudio de identificar y poder buscar soluciones”, explicó la jefa del Servicio de Cuidados Progresivos del establecimiento, doctora María José Alascio.
Por su parte, el jefe del Servicio de Otorrinolaringología del efector, doctor Enrique Ceballos López, detalló que esta patología aparece generalmente en personas mayores de 60 años por signos mismos de la vejez, donde hay una degeneración en el sistema nervioso. Sin embargo, el profesional advirtió que la enfermedad también puede mostrarse tras accidentes cerebrovasculares o en pacientes que sufrieron traumatismos craneoencefálicos que determinó que estén en terapia intensiva con intubación bucotraqueal o que se les ha realizado traqueotomía.
“Con este estudio pretendemos que el paciente se alimente bien, no se deshidrate, y en segundo lugar prevenir las neumonías por aspiración que puede llevar a la muerte de la persona”, destacó Ceballos López.
Cabe destacar que se trata de un servicio interdisciplinario, donde participan el equipo de otorrinolaringología, kinesiología y nutrición del hospital y, si es necesario, otros departamentos involucrados con el paciente.
En la voz del paciente
Jorge Giménez (37): “Tuve un accidente hace dos meses; choqué contra una moto. Me internaron y comencé con un trastorno alimentario. Le doy gracias a los médicos porque me están atendiendo muy bien. Me dieron una sonda para que pueda alimentarme porque al comer, me ahogo. Soy de La Trinidad, a 10 km de Concepción”.