Silvana es sordomuda y se siente feliz de poder hacerse entender
El hospital Avellaneda cuenta con un personal único que sabe comunicarse con personas sordomudas. La complejidad que puede tener la vida de alguien con esta dificultad en su vida diaria se incrementa cuando se encuentra enfermo. Conozca la historia de Silvana.
A los dos años se le detectó el problema de sordera. Ni con audífonos podía mejorar su escucha porque tiene un 95 % de audición. Actualmente tiene 21 años, está casada con una persona que presenta la misma patología, tiene dos hijos y lleva una vida totalmente normal. Pero su mayor inconveniente fue cuando se le presentó un problema de salud porque no todos podían entender sus necesidades.
Ante esta situación, la dirección del hospital a cargo del doctor Luis Medina Ruiz propuso al personal hacer una capacitación para lengua de señas. Es así que Mariana Minichillo fue la que aceptó el desafió y hoy es el nexo de comunicación entre el médico y el paciente.
Silvana fue al hospital por una consulta por diversos dolores. Allí la acercaron al sector donde trabaja como administrativa Mariana. Desde ese momento, la conexión entre ambas fue exitosa porque los profesionales podían conocer qué sentía la paciente.
Al respecto, una de las integrantes a cargo de la Unidad de Recuperación Post Anestésica, doctora Paola Martínez, explicó el motivo de la atención médica: “Tuvo un cuadro biliar, fue intervenida quirúrgicamente y se recupera bien, sin dolor”.
En cuanto a la interpretación de la lengua de señas, dijo: “Tener esta intérprete nos facilitó a nosotros que la paciente pueda hacerse entender y que disminuya su ansiedad. Tener esta interrelación con el paciente mejora la relación médico-paciente”.
En tanto Mariana, quien realizó la capacitación en Casa de Gobierno, manifestó: “Esto nos ayuda a interpretar a los pacientes sordos. Ella es nuestra segundo paciente. A mí me encanta este trabajo porque es algo que nos hace ver que no tenemos límites para la atención del paciente. Aquí podemos atender a todos”.
La hora de la cirugía fue un momento clave de la compañía de Mariana para la tranquilidad de la paciente. “Todo el tiempo estuve con Silvana al lado de los doctores. Fuimos a quirófano juntas. Por ejemplo, en el momento que le estaban poniendo la anestesia yo le brindé tranquilidad ya que es un instante donde el profesional siempre le está preguntado cómo se siente. Esa conexión fue muy importante”.
Siguiendo esta línea, la interprete comentó: “Los médicos se mostraron muy interesados en comunicarse con ella, por eso me pedían que les enseñe a decir buenos días, a que se puedan presentar y explicarle su situación”.
Finalmente la mamá de la paciente, Teresa Leal, dijo: “Estoy muy contenta y agradecida con los médicos. Desde un primer momento mi hija se encontró con Mariana y se quedó más tranquila. Tenía la confianza que antes no sentía. Ahora ella está contenta porque aquí todos se portaron bien, desde los doctores hasta Mariana, con quien creo que me ha reemplazo a mí, que soy la mamá”.