La Escuela de Pacientes del Avellaneda realizó su primer taller del año
Busca ser un espacio de encuentro y aprendizaje para personas con diabetes.
Sobre esto, el director del hospital Nicolás Avellaneda, doctor Luis Medina Ruiz, detalló: “Convocamos a través de las redes sociales a la comunidad y a nuestros pacientes habituales para hablar fundamentalmente sobre los cuidados que tiene que tener una persona con diabetes, la alimentación adecuada y diseñar cómo será el año lectivo. Queremos realizar grupos de pacientes según tengan diabetes tipo 1 y 2, y por otro lado personas que fueron recientemente diagnosticadas. Sabemos que es una enfermedad crónica con impacto también en la familia; queremos ser el lugar de contención para el paciente”.
La primera charla abarcó conceptos generales de la enfermedad, para luego reorganizar a los asistentes en equipos de apoyo de distintos temas, por ejemplo sobre alimentación. Participaron personas desde los tres hasta los 80 años, y estuvo organizada por profesionales de la salud del efector y educadores en diabetes.
“Los pacientes están bastante enganchados con las actividades porque hace tiempo vienen haciendo los talleres en el hospital. Realizan actividad física dos veces a la semana y ahora se suma esta nueva propuesta de aprender de un chef cómo cocinar los alimentos”, comentó sobre el encuentro la doctora Silvina Micaela, endocrinóloga de adultos.
Así también, la doctora Verónica Felipe Gacioppo, endocrinóloga de niños, destacó que a partir de la inauguración de la Terapia Intensiva del hospital cada vez son más los pacientes con diabetes tipo 1 atendidos: “El hospital está dando una respuesta al sistema de salud que antes no fue contemplado. Nos derivan personas desde el hospital de Concepción y del Eva Perón”.
Finalmente, Pablo Javier Yanini, educador de la Escuela de Pacientes, contó que hace 25 años que tiene diabetes, sin embargo en los últimos años pudo mejorar su calidad de vida gracias a la educación. Así, expresó que su propósito de participar en estos talleres pasa por mostrar a sus compañeros que “vivir con diabetes no mata y con los profesionales adecuados se puede aprender mucho”.