El hospital del Carmen trabaja en la inclusión social y laboral de sus pacientes
Para recibir el alta médica, las personas son incorporadas en talleres y proyectos para recuperar su vida laboral. Un equipo profesional e interdisciplinario los guía y acompaña en el proceso.
“Este hospital surgió para aquellos pacientes que ya están compensados y así poder continuar el proceso de recuperación y retornar a su ámbito familiar, laboral y social. Generamos talleres de educación física y de productividad donde realizan comidas, tenemos también una feria americana donde juntan dinero para las salidas terapéuticas. Todo esto les permite lograr mayor autonomía en su manejo personal”, relata la subdirectora del efector, doctora Funni Díaz.
Para realizar estos proyectos, el hospital cuenta con psiquiatras, profesores de educación física, fonoaudiólogos y profesionales en Arte. También trabaja articuladamente con otras instituciones, establecimientos, fundaciones y la Junta de Discapacidad.
“El paciente puede ingresar por el hospital de día, realiza una admisión para inclusión en el mismo; o bien, viene por consultorio externo, donde también se hace una admisión para conocer sus necesidades y cuáles talleres puede realizar. Se trabaja con la persona, el entorno y la familia”, cuenta la licenciada en Terapia Ocupacional, Ada Pucheta.
Y añade que el rol de la familia es acompañar en el tratamiento. Para ello, cuentan con una orientación al familiar para hacer posible la inclusión. Esto no se da de un día para el otro, es un proceso que lleva un tiempo considerable, advierte la profesional del efector.
Cómo viven el tratamiento los pacientes
Natalia Ale: “Estoy desde el 2015 aquí, y me ayuda mucho por el acompañamiento que tienen los profesionales conmigo. Me hice amigos. Estuve trabajando en la Facultad de Artes y fue una gran experiencia, pude integrarme y me siento preparada para volver a trabajar. Ahora estoy trabajando en CEPAL realizando kit de mates. Me gustaría continuar en arte. Le doy gracias a los talleristas por acompañarme siempre”.
Cecilia Santucho: “Vengo desde abril del 2017, me dieron el alta. Me trataron bien. Ahora voy a hacer otros talleres. Vengo los días miércoles para hacer repostería, budines, bizcochuelos, fideos amasados, todo eso aprendí aquí. Y los días jueves vengo para hacer actividad física. También hago costura y computación. Estoy mejor, me siento bien. Me siento segura”.