La atención articulada de especialistas permitió salvar la vida de un joven de 16 años
El neurocirujano del hospital Padilla y coordinador del Programa de ACV de la provincia, doctor Julio Fernández, ofreció detalles acerca de la intervención que se realizó en un paciente de tan solo 16 años que fue trasladado al hospital en coma a causa de una hemorragia cerebral.
El Programa de ACV del Ministerio de Salud Pública se encuentra funcionando activamente en todos los niveles de atención sanitaria. En el primario se realiza un trabajo de promoción informando sobre factores de riesgo; y en el área de atención del segundo y tercer nivel se ofrecen tratamientos de revascularización en el caso de ACV isquémico y de oclusión o tratamientos específicos en el caso de ser hemorrágico.
Por medio de este programa fue justamente como se articuló la asistencia de un paciente que ingresó al Padilla en coma. “Inmediatamente fue asistido, se le colocó un drenaje ventricular para disminuir la presión adentro del cerebro e hicimos una angiografía donde detectamos una malformación arteriovenosa rota, causante de la hemorragia”, relató Fernández.
A los diez días pudo tratarse la malformación por vía endovascular para disminuir el riesgo de una nueva hemorragia. Los pacientes que sufrieron un ACV tienen la posibilidad de recurrencia, por eso una vez que ingresan al programa y se arriba al diagnóstico, se procede al tratamiento en agudos y luego se trabaja en la prevención de un nuevo episodio mediante el estudio y abordaje de los factores de riesgo de cada paciente en su particularidad.
Por su parte, el neurocirujano del servicio de Hemodinamia del hospital, doctor José María Goldman, sostuvo que cuando ingresa un paciente joven en estado de coma cerebral, como en este caso, lo primero que se sospecha es la presencia de un problema estructural o debajo de ese hematoma o sangrado cerebral.
Los ataques cerebrovasculares suelen presentarse con mayor frecuencia a partir de los 50 años de edad, pero hay ciertos tipos de ACV- hemorrágicos en su mayoría, si bien pueden presentarse de tipo isquémico que se produce cuando una arteria se tapa- que llegan a verse en una población más joven.
“Como el Padilla es el hospital de mayor complejidad para estos casos, aquí se recibe a este tipo de pacientes, se realiza su reanimación con todos los cuidados necesarios y se procede a determinar el diagnóstico. En este joven se trata de una patología de nacimiento donde hay una comunicación anormal entre arterias y venas que puede presentarse con cefaleas, sangrados, crisis convulsivas o manifestaciones de tipo neurológicas debidas a que el cerebro normal pierde flujo circulatorio”, detalló Goldman.
La técnica que se emplea es mínimamente invasiva, a través de una pequeña punción a nivel de la ingle es posible obtener no solo el diagnóstico de la patología, sino que también en el mismo instante, sin cicatrices ni grandes abordajes, se puede tratar a través de las arterias.
El profesional destacó la labor mancomunada que resulta esencial para actuar de forma rápida y oportuna: “Contamos con la última tecnología en todo el mundo y con un equipo multidisciplinario de especialistas preparado para desempeñar intervenciones sofisticadas y brindar tratamiento, ya sea en la sala de angiografía digital o en el quirófano con una cirugía convencional de acuerdo a la necesidad de la patología”, dijo.
El paciente se encuentra actualmente recuperándose. La malformación arteriovenosa, con el seguimiento de la debida rehabilitación y cuidados, tiene muy buenas posibilidades de recuperación. Cabe destacar que un dolor de cabeza intenso, dificultades para hablar o adormecimiento de manos o piernas debe ser motivo suficiente para la consulta o el llamado al Servicio de Emergencias 107.