En su día, adolescentes participaron de una jornada saludable en el Avellaneda
Compartieron un desayuno, aprendieron a realizar RCP y también hábitos que pueden incluir en su día a día, en una jornada organizada por el servicio de Adolescencia del efector, con la participación de pacientes del servicio de Adicciones, chicos de la zona y estudiantes secundarios de dos escuelas.
Hoy se conmemora el Día Nacional de los Adolescentes y los Jóvenes por la Inclusión Social, la Convivencia contra toda forma de Violencia y Discriminación, y fue en ese marco en que se desarrolló una jornada saludable en el hospital Nicolás Avellaneda, de la que participaron pacientes del consultorio de Adolescencia que tiene ese efector, también del servicio de Adicciones, estudiantes de dos escuelas y chicos de la zona que fueron invitados al evento.
Con una amplia concurrencia, el doctor Luis Medina Ruiz, director del Avellaneda, remarcó el trabajo del servicio de Adolescencia en organizar el evento donde los chicos han podido aprender a realizar masajes cardíacos a un muñeco simulando ser una persona que necesita ayuda en la vía pública. “Les queremos inculcar que además de preservar su salud pueden salvar una vida, ser solidarios y estar dispuestos, como también capacitados, para poder ayudar a quien lo necesite”, señaló.
Con la algarabía que los caracteriza, los jóvenes no solo aprendieron técnicas de primeros auxilios también despejaron sus dudas antes hechos específicos, en un intercambio fluido entre juegos y actividades motivacionales y artísticas.
La doctora Inés Toriel, coordina el equipo de Adolescencia, especificó que el consultorio del efector, que atiende de lunes a viernes de 8 a 16 horas, a chicos de 10 a 18 años de edad. Ahí son atendidos por un médico clínico, y en caso de necesitarlo son derivados a una interconsulta con otra especialidad, para lograr la respuesta que necesite. “Generalmente los de más corta edad van acompañados, pero no es necesario que lo hagan”, señaló.
Fernanda es una de las pacientes, contó que llegó al consultorio después de haber tenido una experiencia problemática en su escuela y agradeció el apoyo, principalmente de la doctora Carolina Carabajal. “Cuando vine empecé un tratamiento psicológico, fue muy lindo poder tener este espacio para despejar todas mis dudas y también para desahogarme”, dijo.