Bajo el lema “Todos para 1, una Salud para todos” se realizaron actividades conmemorativas por el Día Mundial contra la Rabia 2023
El jefe de la División Zoonosis, médico veterinario Sebastián Rivadeneira, se refirió a las iniciativas que se emprendieron en el marco de la fecha establecida por el aniversario de la muerte de Louis Pasteur, químico y microbiólogo francés que creó la primera vacuna antirrábica.
La rabia es una de las enfermedades zoonóticas más importantes en el mundo, con presencia en todos los continentes, afecta a más de 150 países. La enfermedad es responsable de 60.000 muertes humanas anualmente a nivel global y, en la gran mayoría, el perro es la fuente de infección y los más afectados son niños.
“Ante esto una de las armas más importantes de prevención es la vacunación de los perros y gatos a partir de los tres meses de edad. Se debe vacunarlos anualmente y de por vida, esta jornada tiene por objetivo concientizar sobre la lucha contra la enfermedad, haciendo prevención y tareas para las que convocamos al móvil de Tucumán Mascotas, para complementar con control de población de perros y gatos en las ciudades hoy y mañana”, refirió Rivadeneira.
Desde la División, además de abocarse a la vacunación antirrábica, se trabaja en desparasitación y se cuenta con un laboratorio de diagnósticos que los constituye en referentes del diagnóstico de rabia animal en el NOA: “Siempre hacemos campañas y capacitaciones para que la gente tome conciencia del riesgo que representa la rabia para la salud pública, ya que es una enfermedad viral que afecta al sistema nervioso central de todos los mamíferos, incluido el hombre, y suele ser mortal. En Argentina los principales transmisores a nivel silvestre son los murciélagos, mientras que entre los animales urbanos son los perros y gatos, por eso es tan importante que cada ciudadano que tenga estas mascotas sea responsable y las vacune todos los años”.
En el humano generalmente el periodo de incubación empieza con fiebre y continúa con sintomatología nerviosa que va produciendo parálisis a nivel corporal, lo cual provoca el coma y la muerte. Una vez iniciados los síntomas, advirtió Rivadeneira, la enfermedad ya no tiene cura, por lo cual se brega e insiste sobre la prevención a través de la vacuna.
En cuanto a las señales de alerta para sospechar rabia en animales, el profesional comentó que suele ser notorio un cambio de comportamiento brusco: “Pasa a estar muy irritado, corre, deambula por todas partes y muerde todo a su paso, no solo al humano, sino a lo que se encuentren. Después ya entra el periodo de depresión, de parálisis musculares, entra en coma y muere”.
“Es importante saber qué hacer cuando un perro o un gato nos agreden, como primera medida está el lavado con agua y jabón de la herida, no se debe colocar alcohol y se debe concurrir al centro asistencial más cercano para que el médico evalúe la colocación de antibiótico, de la vacuna antitetánica y de acuerdo a la observación que se le hace al animal si es o no plausible del tratamiento post-exposición para rabia”, detalló y aclaró que, de ser posible, se debe trasladar a Zoonosis al animal sospechado de rabia, ya que en la división se cuenta con caniles de observación, donde quedan a lo largo de diez días para constatar si manifiestan la enfermedad y en caso de no presentarla se les da de alta, se los revacuna y vuelven con sus dueños.
En Tucumán existen dos centros de referencia en casos de riesgo, el hospital del Niño Jesús para menores de 15 años, donde se encuentra la doctora Estela Maris Sánchez y el hospital Avellaneda para mayores de 15 años, donde el referente es el doctor Quipildor. En tanto para vacunar y desparasitar a los animales la población puede dirigirse de lunes a viernes de 7 a 13 horas a la división Zoonosis en Avenida Mate de Luna 1935.
