Capacitaron a operarios tucumanos en “Calidad de Agua y Limpieza de Reservorios”
El encuentro organizado por la Dirección General de Salud Ambiental del SIPROSA y el Ministerio de Educación, estuvo destinado al personal que realiza mantenimiento de tanques en las escuelas, tanto de capital como del interior de la provincia. La importancia de la prevención y la información.
“Ayer realizamos una charla denominada Calidad de Agua y Limpieza de Reservorios. Cuando hablamos de reservorios nos referimos a los tanques y las cisternas que se usan como almacenamiento de agua para consumo humano. A través de la Dirección de Salud Ambiental siempre tratamos de trabajar en coordinación con otras áreas que no están quizás relacionadas directamente con la salud pero que tienen otras funciones importantes, independientemente de la actividad que realizan y siempre de alguna manera repercute en la salud de las personas”, dijo al respecto la jefa de la División Laboratorio de Agua Potable de la Dirección General de Salud Ambiental, bioquímica especialista en Bromatología Débora Haitit.
La formación se desarrolló en el CIIDEPT y participaron operarios de distintas comunas y municipios del interior, quienes tienen bajo su responsabilidad la limpieza y mantenimiento de los tanques.
El objetivo de esta actividad fue en primera medida, transmitir la importancia que tiene esta tarea ya que repercute en la calidad de agua que se distribuye en cada lugar y que usa cada persona, y que si no está en condiciones adecuadas en tanque, se puede producir una enfermedad de transmisión hídrica.
Para ello, la capacitación se dividió en varias fases y temáticas como: los pasos correctos para la limpieza del tanque, los productos que se utilizan para la desinfección (lavandina), cómo se utiliza, de qué forma se diluye para que funcione adecuadamente y todas las precauciones que debe tener la persona cuando utiliza este tipo de producto.
“Hablamos sobre la seguridad y los elementos de protección personal. Además, destacamos que se debe tener en cuenta la frecuencia de la limpieza, la cual debe ser mínimo dos veces al año”, sostuvo.
Evaluaciones
“Por nuestra parte, realizamos controles bacteriológicos y fisicoquímicos. El primero se hace dos veces al año; el segundo una vez al año. Una vez que se hace la limpieza del tanque, no debe hacerse inmediatamente el control, sino que debe esperarse al menos unos días para que se produzca la purga de las cañerías”, detalló la referente.
