Cierre de año del Taller de Psicomotricidad del hospital Centro de Salud
La psicomotricidad es la disciplina que estudia el cuerpo y sus manifestaciones desde una visión global. Observando, entendiendo y dándole sentido a las señales del cuerpo, el psicomotricista utiliza diversos recursos y acciones como el juego y la relajación, a fin de estimular el desarrollo armónico y el sostenimiento físico y emocional de la persona.
Posturas, gestos, acciones, emociones y lenguaje se entremezclan en un juego que trabaja con las posibilidades de cada paciente y no con sus carencias. El subdirector Técnico del hospital, doctor Mario Raya, definió a este taller, que viene trabajando todos los miércoles desde 2015, como un espacio que tiene por objetivo incluir y ayudar a todos los pacientes que tengan algún problema psicomotriz.
“Actualmente tenemos 7 pacientes con muy buena evolución. La labor es por la inclusión de los pacientes en la sociedad y se realiza a través de actividades educacionales, artísticas y lúdicas. El acceso tiene lugar por derivación de consultorio y queremos difundir el taller para continuar trabajando por interconsulta con otras instituciones, como es el caso del hospital Obarrio, de donde recibimos a un paciente por pedido de su doctora”, detalló el profesional.
“Queremos ser muchos más. Los pacientes se renuevan mes a mes y una vez que finalizan se reincorporan e integran a sus ámbitos sociales normalmente”, agregó Raya. Por su parte, la psicomotricista del hospital y coordinadora del Departamento de Rehabilitación del PRIS del área de Psicomotricidad, Silvina Martínez Brover, enfatizó que a través de los títeres, los talleristas quisieron mostrar algo de todo el trabajo desarrollado a lo largo de 2019.
“Los pacientes trabajaron durante el año con motricidad fina y gruesa, coordinación, lateralidad y especialmente en sus emociones, porque el vínculo que han creado les permite olvidar los temores y angustias. Si bien las actividades son planificadas, colaboran y aportan ideas, enseñan actividades manuales a sus compañeros y evolucionan entre ellos en un ámbito de seguridad y confianza. Ante la pérdida en este lugar se sienten contenidos”, contó Brover. |
Los pacientes que concurren a este espacio lo hacen por diversas causas: sufren patologías secuelares neurológicas, artrosis, artritis reumatoidea, labilidades emocionales, ataques de pánico, depresión, amputaciones, entre otras patologías. Todos ingresan por derivación tanto del hospital como de otros efectores y consultorios privados.
“Una alternativa de vida”
Así define Jorge al taller de psicomotricidad del cual es miembro, comentó que allí vive una gran experiencia, y destacó que los títeres que se lucieron en escena durante la jornada, fueron confeccionados a mano por ellos mismos durante las horas compartidas.
Jorge sufrió una hemorragia isquémica que lo dejó en silla de ruedas, por esta razón asistía a fisioterapia y terapia ocupacional, donde llegó a enterarse de la existencia del taller de psicomotricidad.
“Una vez que vine, hace ya 3 años, no pude dejarlo. Este es un grupo de amigos donde te encontrás contenido, yo soy profesor de Educación Física y tuve que jubilarme joven, aquí realizo actividades afines a mi profesión y encuentro una alternativa de vida. Me emociona ver toda la evolución de estos años, yo había quedado en silla de ruedas y logré recuperar mi independencia”, afirmó.
Trinidad es otra de las pacientes del taller. Ella sufre de artritis y el dolor que afectaba sus brazos no la dejaba llevar una vida plena: “Hoy gracias al taller estoy muy bien, gracias a los ejercicios que aquí practicamos me siento mucho mejor. En este espacio dibujamos, pintamos, bailamos, somos amigos y compartimos momentos tristes y alegres por los logros que vamos consiguiendo. Seguro volveré a ser parte el año que viene”, finalizó.