Cirugía de vesícula: cuándo y por qué se debe operar una persona
El jefe de la Unidad de Cirugía Hepatobiliopancreática del hospital Centro de Salud, doctor Marcelo Ferraro, explica a quiénes afecta esta patología, cuáles son los síntomas, y en qué momento se debe acudir al quirófano para evitar mayores complicaciones.
“La patología biliar es la más frecuente en nuestro medio y en el mundo, porque generalmente la enfermedad que origina los cálculos en la vesícula es muy frecuente en la población. Los motivos de consulta suelen ser dolor en la boca del estómago, en el costado derecho o en la espalda, indigestión, hinchazón, vómito aislado con sabor amargo, y en caso de complicación, fiebre. Existen además, casos de pacientes asintomáticos”, detalla el referente.
Y continúa: “Cuando aparecen esos síntomas, es importante acudir a la consulta con el médico correspondiente. Allí el profesional solicitará los exámenes complementarios tales como ecografía y demás”.
Habitualmente, explica, es el médico clínico o de guardia quien recibe a estos pacientes. Pero una vez que el paciente ya conoce su patología, debe consultar al cirujano general o de abdomen. Todos los efectores públicos de alta complejidad de la provincia cuentan con servicios de Cirugía y consultorios externos de esta área.
“Básicamente la decisión de oro para el tratamiento de un paciente portador de cálculos en la vesícula, es la cirugía laparoscópica. Esta extracción quirúrgica es con una técnica que lleva en el mundo casi 30 años: sin abrir el abdomen, a través de mini incisiones, con cámara de televisión y otros equipos sofisticados, se puede hacer la operación de la vesícula”, expresa.
Asimismo, sostiene que cuando un individuo presenta síntomas y ya una ecografía que informa sobre estas piedras en la vesícula, debe operarse.
“Por supuesto que si el órgano no está complicado, la operación puede ser programada, no de urgencia. Pero si se complica o inflama, es una urgencia que debe atenderse dentro de las 48 horas”, advierte.
Por último, llama a la comunidad a no dejarse estar y hacer los controles periódicos con su médico de cabecera; y ante la menor duda acudir al efector más cercano para hacerse el diagnóstico oportuno.