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Con el tratamiento adecuado, un paciente con artritis reumatoidea puede tener una vida normal

Es por eso que la detección precoz de la enfermedad es fundamental para poder acceder a la denominada ‘ventana de oportunidad’ en la cual, con el tratamiento, se puede asegurar incluso su remisión y evitar de esta manera daños irreversibles que son generalmente consecuentes a este tipo de procesos inflamatorios.

El 12 octubre se conmemoró el Día Mundial de la Lucha contra la Artritis Reumatoidea y el 24 de este mismo mes, el Día del Paciente con Artritis Reumatoidea en Argentina. Con el objetivo de concientizar sobre la enfermedad y la importancia de su detección precoz, pacientes de la escuela del hospital Nicolás Avellaneda repartieron folletería y compartieron experiencia en la plaza Alberdi.

Elena tiene 71 años de edad, integra una asociación civil de pacientes con artritis reumatoidea, un grupo de autoayuda sin fines de lucro que participan además de la Escuela de Pacientes del Avellaneda a donde se reúnen el tercer martes de cada mes para participar de charlas informativas. Ella padece la enfermedad y asegura que cumplir con el tratamiento es primordial para asegurar la mejor calidad de vida. “Se puede llevar una vida normal siempre que cumplamos con la medicación y las indicaciones de nuestros médicos, por eso es que en este día queremos difundir el mensaje de la importancia de detectarla a tiempo y eso es lo que estaremos informando”, remarcó.

La artritis reumatoidea afecta a más de medio millón de argentinos, es una de las enfermedades reumatológicas de mayor prevalencia. Hay antecedentes familiares, como también factores genéticos, ambientales, infecciosos, predisponentes que, combinados, pueden desencadenarla.   Hay factores como el tabaquismo, el consumo de alcohol, el sedentarismo, que pueden bloquearse y evitar que este tipo de enfermedades, y muchas otras más, se desarrollen.

Síntomas

La artritis reumatoidea presenta señales específicas, además del dolor que puede empezar en cualquier parte del cuerpo, aunque los lugares más frecuentes son manos, rodillas, pies, codos y hombros, con la particularidad que se siente mucho más cuando la persona recién despierta, presentando una sensación de rigidez que afecta su motricidad, es el momento de mayor inflamación. Esto pasa en el transcurso del día cuando la articulación comienza a calentarse con el movimiento, muchas veces las duchas con agua caliente ayudan a agilizar este proceso.

Estos síntomas articulares, de mayor prevalencia, pueden acompañarse con algunas manifestaciones como el cansancio, desgano, decaimiento, incluso un aumento de la temperatura corporal. Es importante que ante la aparición de alguno de estos signos se consulte a un reumatólogo.